Apr 28, 2007

85 - DESCENDIO AL SHEOL

SHEOL - HADES - INFIERNO
Después de los relatos de Creación vemos en Gn:3-11 una historia de perdición que crece progresivamente sin medida ni limite, desde el pecado original hasta la torre de Babel.
Los hombres como hoy, van probando toda suerte de maldades sin llegar a la saciedad, esto lo observamos en Gn:6,5 “todos los pensamientos que ideaba su corazón era puro mal de continuo” y no se produce un cambio hasta la salvación de Abraham, que es limitada.
Luego los personajes bíblicos interpretan muchos episodios donde las calamidades y las tragedias como las exclusiones de algunos, muestran la maquinaria humana de perdición, Gn:27; Os:12,4; pero Dios transforma dicho desorden en Salvación G:50,20.
A través del desierto el pueblo debe experimentar, si es digno de bendición o de maldición Dt:30,15-20.
El autor del Deuteronomio deduce que el pueblo ya ha elegido la infidelidad y la desobediencia a Jahvé y por tanto le ha acarreado la perdición y el destierro.
Isaías y Jeremías tienen esa misma convicción, por lo cual sólo pueden anunciar la perdición inevitable y el Juicio de Dios como el Día de Jahvé. Jer:28,8-ss; Os:4,1-14; Jer:11,11-ss.
En este contexto el Deuteroisaías llega a decir que "Jahvé crea por igual, Luz y Tinieblas, Salvación y Perdición" Is:45,7.
La persona con toda desgracia, enfermedad o agobio es acercada a la esfera de la muerte, que a manera de fiera depredadora abre sus fauces devoradoras.
Dios también es Señor de la muerte.
El judaísmo tardío después del destierro, modificó estos conceptos con ideas iranias o mesopotámicas de la resurrección de los muertos.
El infierno es ahora el lugar de castigo de los que resucitados allí, ante el juicio del final de los tiempos fueron condenados al tormento eterno de las tinieblas y del fuego abrazador
Aquí carece de interés la decisiva concepción espacial y el lugar se sitúa siempre debajo de la tierra.
DIOS HADES DEL INFRAMUNDO GRIEGO
En los diálogos de Platón, Critón dice a Sócrates, si puede cambiar su decisión antes de bajar al Hades.
La cultura grecoromana concideró el mundo subterráneo de la muerte como un país, era el Averno, al cual bajaban los difuntos que debían pasar por muchas aventuras como relata Publio Virgilo Marrón en su epopeya de La Eneida (libro VI) del último tercio del siglo I a.C. por encargo de Cesar Augusto.
El elemento definitivo será la caída y ya no habrá ni siquiera arrepentimiento bajo el poder de la muerte que es excluyente de la Presencia o Gloria de Dios.
El Seno de Abraham es la interioridad donde los justos yacen después de la muerte.
El Salmo 14 repetido en el 53, describe la perversión del hombre que aún hoy se exhibe con gran demostración.
"Los necios piensan que no hay Dios, todos se han pervertido; han hecho cosas malvadas; no hay nadie que haga lo bueno.
Desde el cielo Dios mira a los hombres para ver si hay alguien con entendimiento, alguien que busque a Dios.
Pero todos se han desviado, todos por igual se han perdido.
Ya no hay quien haga lo bueno
No hay ni siquiera uno.
No tienen entendimiento los malechores, los que se comen a mi pueblo como quien come pan, los que no invocan el nombre de Dios. Aunque no haya razón para temblar, ellos temblarán de miedo, porque Dios esparce los huesos del enemigo,
Quedarán en ridículo, porque Dios los rechaza
"
La idea de infierno escrita en el Nuevo Testamento da por superada la concepción veterotestamentaria del mero lugar o foso, en Jn:13,25 lo presenta como la imagen de un puesto honorífico en las comidas hospitalarias.
La patrística concibe al Seno de Abraham como el lugar asignado a los justos en el mundo subterráneo del Sheol que en el orbe oriental y en el Antiguo Testamento, significaba el lugar de los muertos situado en lo profundo, bajo la superficie terrestre como una ciudad con puertas citada en Sal:9,13; Is:38,10 compuesto por el rey Ezequías una vez curó de su enfermedad, y con cerrojos Jon:2,6 o como las fauces de la tierra insaciable Num:16,30-ss.
Es el Reino de los muertos.
El sepulcro vacío es sólo un dato adicional del kerigma de la Resurrección de Jesús quien bajó a los infiernos y al "tercer día subió a los cielos" momento o kairos de la acción inmediata de Dios.
El cristianismo firme en la promesa de salvación, renueva su amenaza de perdición, Mateo en el Sermón de la montaña de Jesús junto con las Bienaventuranzas y los “Ayes” y, posteriormente Pablo y Juan indican que incredulidad es perdición.

Apr 19, 2007

84 - PASCUA - PESAJ

A través de la historia veterotestamentaria esta fiesta ha experimentado una variada evolución tanto ritual como interpretativa en su sentido; originada en la vida nómada de las tribus pastoriles, consistía en celebrar una comida a partir del plenilunio o luna llena del equinoccio de primavera.
Para ello el animal debía ser seleccionado, nacido de la primera cría de primavera del año anterior, no podía presentar enfermedad o hueso roto alguno, podían ser corderos o cabritos Ex:12,5 u ovejas y novillos Dt:16,2.
La tarde del 14 de Nisan las familias venían con un cordero para inmolarlo, se ponían en fila ante los sacerdotes para recoger la sangre y llevarla a casa, pero el insuficiente espacio del atrio de los israelitas en el Templo, exigía asistir a uno de los tres oficios.
Cantaban el gran Hillel de los Salmos 113 a 118.
Sacrificado en la tarde, asado en el fuego, comido con pan sin levadura y hierbas amargas como ensalada distinta, propia de las estepas de una región árida semidesértica, era consumido en el círculo de creyentes hasta pasada la media noche.
Las vestiduras de los celebrantes solían ser una túnica de seda ceñida con un cinturón, sandalias y vara de pastor como quien se prepara para una larga marcha.
Sacrificado el animal se marcaba con su sangre, las jambas o marcos de las puertas y sus dinteles para protegerse contra el “destructor
Desde los más antiguos documentos bíblicos se relacionó con la salida de Egipto Ex:12,21-27 que es un memorial de acción sacra de la intervención de Jahvé.
Estos elementos se reinterpretaron y ya en Canaán, el pueblo adoptando la vida agrícola sedentaria, la asoció a la fiesta de los ácimos de una semana de duración.
Después del exilio babilónico, siguió en vigor la centralización del culto que Josías unos doscientos años atrás había ordenado, celebrándola en el santuario de Jerusalém.
Israel la celebró como el único recuerdo de los grandes acontecimientos fundadores y liberadores: la Creación del mundo, la realización de la promesa de descendencia a Abraham, la liberación de Egipto y la futura liberación mesiánica (tomado del Talmud del Exodo)
Así la fiesta de la Pascua en Israel tomó carácter de banquete sagrado con el sacrificio del cordero pascual en el Templo.
En época neotestamentaria el ritual era similar a la forma como Jesús lo celebró en la Última Cena, vino, oración, lectura y comida, en un orden perfectamente determinado.
Jesús convierte este ritual en la Pascua de la Nueva Alianza y la iglesia primitiva lo celebró como memorial de la acción salvífica de Dios en Jesucristo.
Hay una continuidad histórica y religiosa entre la Pascua judía y la cristiana.
Cristo murió el primer día de la fiesta judía de la Pascua, que celebra la liberación por mano de Dios del pueblo judío de la esclavitud de Egipto.
Tiene un profundo simbolismo, pues la muerte de Jesucristo cumple la Antigua Ley en lo referente al cordero pascual que los judíos comen la noche víspera del 14 de Nisan.
Cristo es inmolado el mismo día de Pascua judía.
Jesús se convierte en el Cordero Pascual que nos libera del pecado.
Nuestra pascua, como la judía recuerda el paso de Israel por el Mar Rojo (mar simboliza vida y muerte), el cordero pascual, la columna de fuego guía de Israel, etc. Éxodo 14.5-30.
Ahora tiene un significado más completo.
Los primeros cristianos de origen judío celebraron la Pascua relacionando a Jesús como el “Cordero de Dios (Agnus Dei), que quita los pecados del mundo” y por el siglo II acudían unas tres mil personas a las Fiestas del paso y vivían una gran confusión sobre cuándo debía celebrarse la Pascua cristiana o de la Resurrección de Jesús de Nazareth.
Habían surgido numerosas interpretaciones y grupos de fieles utilizando cálculos propios.
Con el Concilio de Arlés en 314 se obligaba a toda la cristiandad a celebrarla el mismo día, fecha que debió ser fijada por el Papa enviando comunicaciones epistolares a todas las iglesias del mundo con las instrucciones necesarias, dando solución definitiva a esta situación.
Bajo el emperador Constantino se celebró el Concilio de Nicea de 325 en que el cristianismo transformó la celebración de la Pascua judía en la fiesta de la Resurrección de Jesús de Nazareth.
Los judíos por su parte continúan celebrando la Pascua al estilo del Éxodo.
Esta fiesta determina el calendario móvil de otras celebraciones: la Ascensión de Jesús al cielo 40 días después y Pentecostés 10 días luego de ésta.
La Semana Santa, anterior a la Pascua de Resurrección, comienza con el Domingo de Ramos que evoca la entrada triunfal de Jesús en Jerusalem, al estilo de David.
La fecha de celebración varía entre marzo 22 y abril 25 por que tiene lugar el domingo siguiente a la primera luna llena de primavera del hemisferio norte.
Existe una fórmula que permite su cálculo, dentro de ciertas normas:
- La Pascua deberá caer en domingo y ser el siguiente al plenilunio pascual, la primera luna llena de la primavera boreal.
- No debe coincidir con la Pascua Judía sino se trasladará al domingo siguiente.
- La luna pascual es aquella cuyo plenilunio tiene lugar en el equinoccio primaveral (vernal) del hemisferio norte (de otoño en el sur) o inmediatamente después; este equinoccio tiene lugar el 21 de marzo.
- Se denomina Epacta del año a la edad lunar necesaria para este cálculo pues el año solar le excede en días.
Se toma el ciclo lunar sobre el estado en que se encuentre la luna a la fecha del 1 de enero, y este número varía entre 0 y 29, como es lógico. Este cálculo es muy complejo y difícil de entender pero a manera de información en términos astronómicos el equinoccio puede tener lugar el 20 ó 19 de marzo, si bien en el calendario gregoriano se establecen unas fechas astronómicas, la Pascua de Resurrección no puede ser antes del 22 de marzo (en caso de que el 21 y plenilunio fuese sábado), y tampoco puede ser más tarde del 25 de abril (suponiendo que el 21 de marzo fuese el día siguiente al plenilunio; habría que esperar una lunación completa de 29 días para llegar al siguiente plenilunio, el 18 de abril. Si cayese en domingo, habría que desplazar la Pascua una semana más para evitar la coincidencia con la Pascua judía, quedando el 25 de abril)
Si bien durante el Renacimiento se extrajeron tablas de cálculo para la Pascua en función del Número de Oro y otras más complejas, hoy en día la técnica más sencilla de calcular esta fecha es mediante la fórmula desarrollada por el matemático Gauss.
Hay 5 variables, a, b, c, d, y e, además de dos constantes M y N, que para los años comprendidos entre 1900 y 2100 tomen los valores 24 y 5 respectivamente. Llamaremos A al año del que queremos calcular la Pascua....... perdonen esta exagerada descripción Hoy existe este calendario.
La pascua católica es la piedra angular de nuestra fe, solemniza la Resurrección del Cordero Inmolado.
Jesucristo, representa la victoria de Jesús en la Cruz sobre el mal que esclaviza al hombre, dándole una vida nueva.
Es la fiesta principal y más antigua de los cristianos y está en el corazón del año litúrgico, León I la llamó la fiesta mayor (festum festorum), y dice que "la Navidad se celebra en preparación para la Pascua" (Sermón XII en Exodum)
Cuna – Sepulcro.
El nombre de Pascua se da a otras celebraciones cristianas como Navidad o nacimiento de Jesús, también en el Pentecostés o venida del Espíritu Santo.
La Navidad es la puerta mágica y maravillosa que da paso “pascua” al camino de la Pascua de Resurrección en la Semana Santa.
Bibliografía:
Ch- Saulnier - B. Rolland: Palestina en tiempos de Jesús.
Gabner Haider: Vocabulario práctico de la Biblia.
Biblia de Jerusalem.

Apr 15, 2007

83 - JESUS HISTORICO


Hoy nuestra mentalidad no soporta el cambio de las imágenes preconcebidas, especialmente por algunas tradiciones religiosas, y creemos que aquellas nos HOMBRE JUDIO SIGLO Imanifiestan a manera de retratos, las legítimas fisonomías con que podemos manejar subjetivamente las escenas bíblicas. Desde las primeras comunidades cristianas hubo esta inquietud y se tomaron copias de varios rostros clásicos para identificar a Jesús de Nazareth.
En el templo de Cencreas cerca del doble puerto griego de Corinto, existió un vitral con la imagen de un hombre sobrio y sensato, posiblemente representando a Homero; de otra parte, las esculturas de Alejandro Magno hechas por la escuela de Praxíteles, sirvieron de modelos para tomar sus características y colocarlas a los rostros de Jesús.
La comunidad primitiva pensó que su apariencia debería ser fea, recordando las narraciones del siervo sufriente del Deutero-Isaías 53 pero a la vez, haciendo una reflexión al imaginar si María su Madre, fue una mujer bella, él debió ser un hombre joven y atractivo, pues se consideraba que su supuesta fealdad produciría rechazo, espantando y alejando a sus oyentes. Esto no podría armonizar con su corazón, maravillosa interioridad del maestro. Posteriormente en las múltiples inculturaciones del cristianismo, los artistas han sido responsables de pintar la imagen de Jesús con las características particulares de cada raza.
Después de dos siglos de maratón investigativa no se sabe en qué punto se está.
Una primera reflexión es que Jesús el Cristo, no se presta a ninguna forma de manipulación, sea filosófica o histórica.
Las Escrituras deben entenderse en el mismo espíritu en que se escribieron, como palabra divina en lenguaje humano, considerando que no se puede acercar a la revelación sin pasar por la puerta del lenguaje y de la historia para llegar más allá del umbral y entrar en contacto con el misterio humano y divino del Cristo.
Comprender que no se puede aproximar al Cristo de la fe desde otra perspectiva que no sea la del Jesús Histórico.
Los católicos tradicionalmente hemos rechazado una comprension de la fe, desde la "sola Escritura", encontrando una mejor visión al unirla orgánicamente a la Tradición.
Para el católico la completa realidad de Jesús le llega por varios canales: Escritura, Sacramentos, Patrística, Teólogos medievales y modernos, Magisterio de los Papas y de los Obispos y la experiencia contemporánea.
Mi fe en Cristo no puede surgir o decaer de si puedo o no puedo conocer aspectos acerca de Jesús de Nazareth por medio de la moderna investigación histórica.
El Jesús de la historia que podemos esbozar, es a lo sumo, una reconstrucción fragmentaria, hipotética y cambiable, que no es el objeto de la fe y de la predicaciòn de la Iglesia.
Queda hoy día por colocar en correlación las imágenes de Jesús surgidas de aquellas reconstrucciones históricas y las afirmaciones de fe.
El Jesús de la Historia es un personaje que permanece abierto a la investigación empírica de cada uno y de todos los investigadores.
La Resurreción por su misma naturaleza aunque es real, queda por fuera de estudio al no ser un acontecimiento temporo-espacial.
Es comprobable por el creyente y el no creyente, ya que existe una hermenéutica de la crencia y una hermenéutica de la increncia.
Jesús con un ministerio de cerca a dos o tres años, atrajo y encolerizó a sus contemporáneos, hipnotizó y enajenó al mundo antiguo y desde luego desencadenó un movimiento que ha cambiado la historia.
Bibliografía:
Del Agua Pérez Agustín: Jesús histórico y Cristo de la fe.
Meier J. P.: Un judío marginal.

Apr 14, 2007

82 - REINO DE DIOS

¿Qué es Reino de Dios?
Los judíos creyendo una irreverencia, evitaban nombrar a Jahvé-Dios, pues consideraban que nombrar a un ser viviente es dominarlo y el hombre en su miseria y finitud, jamás podría hacerlo.
El Antiguo Testamento en sus 47 libros con sus 1088 capítulos no menciona Reino de Dios sino sólo una vez:
Sab:10,10 "Ella (la Sabiduría) al justo (Jacob) que huía de la cólera de su hermano (Esaú) le guió por caminos rectos, le mostró el Reino de Dios y le dió conocimientos de cosas santas"
El texto de la Sabiduría suele fecharse escrito bajo el imperio romano en época de Augusto, segunda mitad del siglo I a.C. en el cual nació Jesús.
Las Escrituras mencionan al rey o su soberanía, pero es probable que Jesús como buen judío prefiriera nombrar Reino de los cielos y no Reino de Dios.
Desde la linguística y la gramática ambas expresiones deben entenderse como genitivo explicativo y no como genitivo objetivo lo cual quiere significar que Dios no tiene Reino, este concepto es una metáfora para designar a Dios.
Dios es un Reino, es un atributo aplicado a Dios y es visto desde la categoría de Reino, significa Dios mismo en cuanto Dios ejerce su soberanía sobre el mundo.
Los textos cristianos son 27 y contienen 289 capítulos.
La aparición del concepto de Reino en el Nuevo Testamento se concentra en los evangelios sinópticos: en Marcos 20 veces, en Mateo 55 veces y en Lucas 46 veces, en los otros libros 41 veces.
La comunidad cristiana primitiva dejará de utilizar este concepto ya que Jesús el predicador sobre la proximidad del Reino, se convertirá en predicado como el Salvador.
Jesús como realización anticipada del Reino.
En el Nuevo Testamento no se encuentra una definición de Reino pues Jesús consideró que de la tradición veterotestamentaria los oyentes conocían bien su significado.
La expresión "el Reino de Dios está cerca" se traduce por "Pronto Dios ejercerá su soberanía sobre el mundo" y esto implica que:
1- Surge una nueva forma de relación entre los hombres y Dios que se inaugura por el perdón de los pecados por parte de Dios; la transgresión o pecado (apartarse del Plan de Dios) impide una buena relación.
Dios no es soberano de hombres pecadores.
2- La primera situación superada mediante el perdón de Dios con paz y amistad con los hombres, exige la continuidad de dicha relación mediante el cumplimiento de los mandamientos de la Alianza es decir la justicia.
3- Por último existe la relación entre los hombres y la Creación (Orden) donde estos vivirán reconciliados con ella.
Apocalipsis de Juan:15,25,8 "No habrá muerte ni pena ni llanto ni dolor" porque el mundo viejo ya ha pasado, si esto ocurre no habrá llegado a plenitud la soberabía de Dios.
Estas tres dimensiones van unidas de tal suerte que no puede darse una si no se dan las otras dos.
En el clima apocalíptico del judaísmo del siglo I, el anuncio de la cercanía o proximidad de ese Reino de Dios no suponía una gran originalidad.
En Hechos 5,36,37 se cita a otros anunciantes carismáticos del Reino como Teudas y Judas Galileo quienes murieron, el primero como cosecuencia del reclamo de Pedro y el segundo en lucha militar.
En el año 131 d.C. Rabí Aquibá proclamó a Bar Kosiba y cambió su nombre a Bar Kokeba o "hijo de la estrella" como mesías, pero ante su fracaso revolucionario contra los romanos lo llamaron BarKozeba "hijo de la mentira o embaucador"
La soberanía de Dios en la tradición judía sólo puede ser ejercida por Dios Padre o por su ungido, su Mesías.
El Reino de Dios que anuncia Jesús se recibe como un don gratuito y no se consigue mediante actuación humana. Dios pone en marcha su soberanía.
Jesús se separa de otros mesías de su época.
- Los fariseos lo alcanzarían cumpliendo la Ley de Moisés y el ejercicio de las obras de misericordia.
- Los esenios mediante el radicalismo moral y la pureza cultual.
- Los zelotas a través de la resistencia política y la lucha armada.
- Los saduceos en su concepción política-religiosa, donde no tenían cabida las expectativas mesiánicas.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
José Ramón Busto Saiz : El mensaje de Jesús: forma y contenido.

Apr 13, 2007

81 - ASCENSION


Olvidamos que en el imaginario de la sociedad griega, permanece la mitología del padre Zeus y sus otros dioses habitando en el cielo.
Lucas es griego y escribe en griego para las comunidades griegas o helénicas de la cuenca oriental del Mediterráneo.
Es posible que utilizara este escenario como herramienta literaria para hacer comprender el mensaje.
Hoy erróneamente, entendemos la ascensión de Jesús a la manera de un viaje espacial visible, anulando la significación del término utilizado por el escritor sagrado como Exaltación.
Por supuesto es diferente de un viaje interplanetario como decía el astronauta ruso Yuri Gagarin “No veo en el espacio a Dios ni a los ángeles”.
El escritor lucano dice en 24:50-52 “Luego Jesús los llevó fuera de la ciudad hasta Betania y alzando las manos los bendijo. Y mientras los bendecía, se apartó de ellos y fue llevado al cielo
Y el libro de los Hechos 1,9 dice “Dicho esto mientras ellos le estaban mirando, Jesús fue llevado y una nube le envolvió y no le volvieron a ver. Y mientras miraban cómo subía Jesús al cielo, dos hombres vestidos de blanco (sin alas) se aparecen junto a ellos y les dicen: Galileos, por qué se han quedado mirando al cielo? ”
Lucas intenta sensibilizar la fe pascual fundamentada en las apariciones del Resucitado, mediante motivos bíblicos y medios estilísticos como: gestos, bendiciones, nubes y explicaciones angelicales.
La exaltación de Jesús a la Gloria de Dios acontecida en la ascensión describe un acontecimiento real, total y sobrenatural que se narra de una manera objetiva empleando la nube como realidad visible de la presencia de la Gloria de Dios.
La mención de los cuarenta días que significa tiempo suficiente, no alude a la resurrección que es inmediata a la muerte como un mismo fenómeno, sino al largo tiempo que experimentaron los apóstoles para conocer la realidad de la Resurrección, razón por la que estos testimonios tienen validez.
El escenario angelical sirve para dar una interpretación del suceso misterioso según el cual la exaltación de Jesús garantiza su poderosa nueva venida.
Hay que comprender que se trata de un lenguaje que va más allá de la simple narración y rechaza la esperanza de una venida próxima inmediata, todavía predominante en época de Lucas dentro de la mentalidad cristiana primitiva.
En lugar de tener la mirada fija en Jesucristo que ha de venir, lo que se pide es dar testimonio del Resucitado.
La presencia de Jesús de Nazareth terreno, ha llegado a su final y comienza el tiempo de su presencia invisible en la Iglesia.
En este momento nos trasladamos a otra dimensión, la del Resucitado, y nos preguntamos bajo una profunda reflexión:
¿Cómo entender esto?
¿Cómo se vive como resucitado y qué es lo nuevo?
¿Qué sintió Jesús por sus discípulos y qué esperamos de ellos?
¿Cómo se esperaba que ellos actuaran?
¿Por qué te fuiste? se preguntarían, ¿no sería mejor que te hubieras quedado?
¿Qué hace tu naturaleza humana en la Trinidad?
Ante este momento de confusión y este cúmulo de cuestiones, tal como antes, debemos dejarnos deslumbrar y fascinar por la acción de Dios en la vida de su Hijo que se encarnó, vivió, padeció, murió (pesebre-cuna-sepulcro) y resucitó por toda la humanidad y ahora regresa al Padre.
Desde la Lectio Divina, mencionemos esta oración:
Señor, te has ido y te has quedado.
Te has ido para estar siempre con nosotros.
Te has ido para que asumiéramos la responsabilidad de construir tu Reino.
Ahora debemos ser testigos anunciadores de ti.
Testigos de tu vida, de tu palabra, de tus obras.
Debemos hacerte presente, ya no tú sólo sino por medio nuestro.
Te has ido para actuar por medio de cada uno de nosotros.
Te has ido pero continuarás con nosotros.
Bibliografía:
Grabner Haider: Vocabulario práctico de la Biblia
Jesús Antonio Weissensee H.: Lectio Divina- Hechos de los Apóstoles.

Apr 10, 2007

80 - LAS APARICIONES

Son el fundamento y el complemento del episodio de la tumba vacía, esto constituyen una segunda parte de la investigación sobre la resurrección de Jesús.
Se debe dejar a un lado todo lo que evoque fantasma, ultratumba y demás circunstancias parecidas.
Jesús se aparece según los evangelios a determinadas personas y surgen otras preguntas,
¿se trata de una histeria colectiva?
¿Es sólo la expresión del deseo subjetivo de una o varias personas?
Recordar que las características particulares de cada relato están condicionadas por la intención teológica de cada escuela evangélica, pero uniformemente se está presentando una catequesis pascual eucarística como una nueva presencia del Resucitado en medio de sus discípulos.
Se intenta subrayar la realidad de la resurrección enfatizando elementos físicos, traspasar materiales sólidos como paredes o puertas cerradas y afirmar que come.
Los relatos se agrupan en pocos bloques:
- Relato de aparición a María Magdalena Jn:20,1
- Relato de aparición a las otras mujeres incluyendo a Magdalena Mt:28,1
- Relato de aparición a dos discípulos en el camino a Emaús Lc:24,13-ss
- Relato de aparición colectiva a los discípulos que van a la misión universal.
Estos relatos intentan conducir al lector a la realidad de la Resurrección, subrayando con gran interés que la existencia de Jesús es radicalmente nueva y diferente.
La vivencia en las personas a quienes Jesús se aparece, tardan en reconocerle y darse cuenta que es él, no existe el miedo ni el temor, y, la duda está ausente, sólo al entrar en la dimensión de Resucitado se produce en ellos la alegría y la paz.
En una visión panorámica y cronológica de los relatos, la primera figura, María Magdalena cede su importancia ante la del grupo de discípulos, quienes pasan a ocupar un primer plano, que por la tradición ellos serán los primeros que deben dar testimonio de la Resurrección.
El significado de las apariciones amerita saber que tienen un contenido objetivo, narrado en lo que realmente sucedió y otro subjetivo, donde los protagonistas han expresado lo que dicen haber conocido.
1- Vale decir que los testigos cualificados son aquellos que tuvieron una cercana intimidad con el maestro y un trato especial con él a través de su existencia terrena. Luego las mujeres y los demás discípulos pasan a un segundo plano.
2- Los relatos quieren expresar la realidad de este acontecimiento apelando a los elementos físicos, que no ocultan la incompatibilidad con esa nueva dimensión existencial de Jesús.
3- Manifiestan que Jesús está vivo en medio de sus seguidores y que su anterior presencia terrena está sustituida por otra muy diferente pero no menos real.
4- El Resucitado que dibujan en estas narraciones induce al lector a contemplar a Jesús en otra nueva dimensión de su existencia, pero es el mismo que había sido crucificado, el mismo que habían escuchado en sus enseñanzas y el mismo que habían abandonado a su terrible suerte, pero que ahora se presenta sin reproches ni rechazo, entendiendo que su vida terrena tenía un sentido profundo que se revela desde esta nueva existencia.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem.
Bravo Aragón José María Los testimonios de la resurrección de Jesús.

Apr 8, 2007

79 - LA TUMBA VACIA

Después de la muerte por crucifixión de Jesús, su cadáver fue colocado en una cripta nueva de propiedad de José de Arimatéa, su amigo y miembro del Sanedrín y al “tercer día” (acción inmediata de Dios) las mujeres miróforas fueron allí para embalsamarle pero no le encontraron.
Los evangelios como tetra-tradición, Mc 16:4-8; Mt:28,1-10; Lc:24,1-12; Jn:20,1-10 narran el episodio de la tumba vacía.
Este episodio se ha estudiado exhaustivamente a pesar de quienes ven dicha tarea abocada al fracaso, sin embargo, es posible acercarse tímidamente en búsqueda de una comprensión del elemento central de la fe cristiana que afecta al creyente.
El tema desde el punto de vista histórico es difícil de entender según los testimonios encontrados en los evangelios pues se suele señalar como un acontecimiento meta-histórico más allá de las dimensiones de tiempo y de espacio, colocado en el marco de la confesión de fe.
Este acontecimiento es clave como componente fundamental del anuncio (kerigma) pasión-muerte-resurrección, es algo vital que inquieta la existencia de los cristianos.
Recordando los acontecimientos entre la muerte de Jesús y su Resurrección: los discípulos le abandonaron y huyeron despavoridos tras su arresto, sólo algunas mujeres quedaron mirando desde lejos la crucifixión, desde ahí todo lo que se dice se impregna de la fe pascual.
No hay duda de la muerte en cruz y su cadáver colocado en la tumba, son hechos normales y cotidianos no dudosos, sin embargo, debe tenerse en cuenta lo que se dice en los evangelios escritos muchos años después del suceso y que cada texto tiene una visión con diferente intención teológica que determina lo que se dice y cómo se dice.
Los discípulos afirman que Jesús ha resucitado y que lo han visto revelándoseles vivo y glorioso. Toda esta experiencia desde su huída hasta el anuncio de resurrección es lo que se denomina el acontecimiento pascual.
Los intentos de explicación han sido muchos y es interesante la clasificación que hacen Gerd Theissen y Annette Merz sobre las interpretaciones acerca del sepulcro vacío, en seis etapas:
1- Los discípulos hicieron desaparecer el cadáver de Jesús para usar más tarde su ausencia como argumento de la resurrección. R.C. Lenski, Gloria Most.
2- La muerte aparente de Jesús, ante el gran maltrato, hizo pensar en su fallecimiento, pero luego de ser bajado de la cruz fue trasladado por sus seguidores a un lugar oculto donde le atendieron y le curaron. Se usaba sustancias derivadas de la mandrágora (mandragorina, escopolamina o hioscina disueltas en vinagre como después describe Dioscórides). Flavio Josefo relata de tres amigos suyos que sobrevivieron a la crucificción.
3- El cadáver de Jesús fue colocado en una tumba y luego trasladado a otra.
(Circunstancias que han servido de tema para la elaboración de innumerables novelas y películas de gran costo y de maravillosa escenografía pero de escasa interpretación teológica y catetquética).
Ninguna de esta hipótesis logró su éxito y la investigación se traslada de las narraciones del sepulcro vacío a los relatos de las apariciones que en los evangelios se consideran como fundamento histórico de la fe pascual.
4- Se intenta explicarlas por el fenómeno de la visión subjetiva cuyo contenido de la misma les hace ver a Jesús.
5- En el fenómeno de la fe pascual se pregunta:
¿Cómo pueden pasar los discípulos del miedo a la valiente proclamación del Resucitado?
¿Cómo ocurre este cambio en las personas?
La fe pascual no tiene una explicación histórica sino que ayuda a entender las tradiciones literarias evangélicas sobre la pascua.
6- Últimamente se producen intentos de una interpretación de los sucesos de pascua, ya sea para comprender como realidad objetiva cómo pasaron las cosas o subjetiva cómo se nos ha ofrecido la experiencia de las cosas que pasaron.
Los testimonios escritos muestran a 1Cor:15.3b-5 como el más antiguo y corresponde al anuncio primordial de aquellas comunidades cristianas primitivas representando al evangelio en sí y a la buena noticia.
Para Pablo el acontecimiento de la resurrección podía ser confirmado mediante una prueba testimonial, pues dice que para su época muchas personas habían visto a Jesús después de su muerte y que todavía estaban vivas siendo susceptibles de interrogatorio.
Este es un testimonio muy primitivo que va a refrendarse plenamente más tarde con la aparición de los evangelios.
Los relatos evangélicos tienen convergencias y diferencias en el testimonio, la resurrección está a lo largo de los relatos evangélicos y constituye su propia dimensión, pues son escritos desde la fe pascual.
A lo largo de sus páginas aparecen numerosas referencias a ella de tal suerte que toda la vida de Jesús se enfoca desde y hacia la meta que es la Resurrección.
Así se encuentran rasgos entremezclados de Jesús terreno y de Cristo pascual con enfoques teológicos diferentes causantes de discordancias y de concomitancias .
Estas incomodidades hacen pensar que se debe ubicar el intérprete en una mejor perspectiva, desde la cual deben ser leídos y entendidos los evangelios para caer en cuenta que algunos elementos y detalles no son tan históricos como gustaría que fuesen.
El fondo histórico permite creer que no pudo haber existido un acuerdo en la comunidad primitiva para mantener entre todos un engaño sobre la resurrección, porque no parece haber existido una sola autoridad que pudiera vetar e imponer una versión oficial de los hechos.
El problema del sepulcro vacío aparentemente sería la prueba de la resurrección por la ausencia de su cadáver mediante el testimonio de las mujeres quienes guardaron silencio en un principio, al no ser dignas del relato y podrían en esa sociedad ser acusadas de ladronas de cadáveres o profanadoras de tumbas.
Posteriormente dan anuncio a los suyos y así los discípulos desde la evidencia del sepulcro vacío piensan que Jesús ha resucitado.
Al final podemos quedarnos con dos opciones:
O el sepulcro vacío da paso a la fe en la resurrección o es ésta, la que necesita que haya un sepulcro vacío.
Si se piensa que el relato pertenece a una leyenda y no tiene una reconstrucción histórica, habría que descartar la existencia de ese sepulcro, como también habría que negar el enterramiento del cadáver de Jesús en el mismo.
Sin embargo, si los cristianos de Jerusalem conocían el lugar de sepultura del cadáver de Jesús, es difícil pensar que se hubiese proclamado la resurrección, sin tener en cuenta ese dato.
De lo expuesto, hay que pensar que los relatos de la tumba vacía surgen desde la fe pascual y no desde otra óptica.
En síntesis María Magdalena y las otras mujeres van a buscar el difunto, en su mente no existe otra posibilidad y al no encontrarlo dicen "lo robaron" e inicialmente guardan silencio por las circunstancias que viven y su condición cultural, pero llevan el mensaje (kerygma) a los discípulos y dicen, robaron el cadaver. Lc:24,5 "¿para qué le buscais entre los muertos, si está vivo?"
Estos comprobaron que no está Jesús Lc:24,22-24. El discípulo amado "vió y creyó" (fundamento de su evangelio) los demás no saben ni entienden qué pasó, pero se construye un lenguaje doxológico con Cristo resucitado, exaltado, glorificado y vivificado. Jesús está vivo.
En el camino a Emaús , Cleofás y otro discípulo no distinguen a Jesús y le cuentan sobre las mujeres y el reconocimiento que los varones hacen de la tumba vacía. Jesús se revela al partir el pan en la cena, es un relato eucarístico misional y catequético.
Nosotro hot decimos Jesús está resucitado y vivo por el Padre.
Bibliografía:
Anderson J.N.D.: Las evidencias de la Resurrección.
Bravo Aragón José María: Los testimonios de la resurrección de Jesús.
Gerd Theissen y Annette Merz: El Jesús histórico.
Rodríguez Garcés C.A.: Médico y Medicina en la antiguedad.

Apr 6, 2007

78 - LAS CAIDAS DEL HOMBRE

PADRE ALVARO TORRES FAJARDO
sacerdote eudista

Cursó estudios de especialización en teología en la universidad Gregoriana de Roma, y de Biblia en el Instituto bíblico de Roma. Ha dedicado más de cincuenta años de su vida a la formación de sacerdotes en el seminario eudista de Valmaría -Bogotá-, en el seminario mayor Juan XXIII de Barranquilla -Colombia- y en el seminario mayor de Pasto -Colombia-
Ha enseñado sobre todo Sagrada Escritura en el ejercicio de la formación en los seminarios y en comunidades y grupos laicales.
En esta página de Catequesis cultural religiosa, con la que pretendo compartir algunos conocimientos actualizados, he recibido del padre Alvaro Torres una gran colaboración no sólo en sus sabios artículos, sino de su consejo y guía en la publicación de los mismos.
Hoy nos comparte de su visión sobre El Via-crucis, las caídas del Señor Jesús.
FRENTE A LAS CAIDAS DEL HOMBRE
Los cristianos católicos conocemos el ejercicio piadoso llamado del Vía crucis, el camino de la cruz. Jesús condenado a morir crucificado carga con la cruz y se dirige al Calvario. Según una tradición en ese recorrido cae tres veces.
En unas imágenes de esas caídas representadas en la capilla del seminario eudista de Valmaría, en Bogotá -Colombia-, fruto de la oración del artista que las diseñó, y de las que no existe copia en ninguna parte, hay un mensaje rico y fecundo que podemos llamar: Nuestra actitud frente a las caídas del hombre.
La tercera estación se llama Jesús cae por primera vez. El Señor está derribado por tierra, y un verdugo, con dureza extrema y sin mínima compasión, con la mano derecha le hace ademán de que se levante y siga, y en la mano izquierda sostiene un látigo. En la vida hemos visto caer a nuestro lado a nuestros hermanos y hermanas, en circunstancias no sólo físicas sino también morales. En lugar de la mano compasiva que levanta ¿no hemos quizás proferido palabras incomprensivas y reproches amargos? Tal vez también los hemos escuchado en la hora de nuestras propias caídas, venidos de labios que esperábamos fraternos y amigos. Recordemos la advertencia del apóstol: "Quien se sienta seguro tenga cuidado de no caer" (1 Corintios 10, 12)
La séptima estación nos presenta a Jesús caído por segunda vez. Frente a él un personaje, las manos cruzadas sobre el pecho, distraído, indiferente, impasible, lo ve caer y no da un paso para socorrerlo. ¡Cuántas veces en la vida, al ver caer a nuestros hermanos y hermanas, en muchas miserias físicas y morales, hemos permanecido ausentes y quizás hemos pasado de largo sin prestar atención! Que tengamos el valor de detenernos frente al enfermo, al herido por las crueldades de la vida, ante el ignorante, ante el que sufre la terrible desgracia de no conocer al Señor Dios nuestro y no amarlo, le abramos el corazón y lo ayudemos, Parábola del buen samaritano (Lucas 10, 25-37).
La novena estación nos presenta a Jesús caído por tercera vez. Un soldado de corazón humano y generoso le pasa su brazo por debajo del hombro y cuidadosamente lo levanta. A diario somos testigos de las muchas caídas, físicas y morales, de nuestros hermanos y hermanas. Nosotros mismos las tenemos a menudo. Que también nosotros ante las caídas de los demás sintamos que es el mismo Señor que cae y espera de nosotros el gesto de la compasión y la misericordia. El mismo que esperamos recibir en los momentos de nuestras flaquezas y caídas Vengan ustedes los que han sido bendecidos por mi Padre... (Mateo 25, 31-46).
La Semana Santa es tiempo de honda reflexión sobre la calidad y la verdad de nuestra vida cristiana. Tenemos espacio para meditarlo y vivirlo a la luz de la Pasión y muerte del Señor. Que todo nos conduzca al gozo y la luz de la resurrección.

Apr 4, 2007

77- EL HOMBRE INTEGRO

Debemos hacer una reflexión sobre el acontecimiento de la muerte como la contraposición a todas las realidades humanas sin desconocer que mediante ellas logramos comprender el sentido del mundo terrenal.
Los estudios modernos de la ciencia, no permiten conocer qué hay “más allá de la muerte” sino “tras la muerte”, dimensión sin tiempo ni lugar.
Nos preguntamos ¿qué identidad nos espera tras la muerte? esto siempre nos atemoriza y tratamos de no tenerla en cuenta para no afectar nuestra tranquilidad y nuestra aferración a este mundo material.
Pablo en 1Cor:15,35-ss describe el fenómeno de resurrección “se siembra el cuerpo natural y se resucita el cuerpo espiritual” la realidad de la muerte es una circunstancia que vivimos todos y de la cual no podemos escapar es indispensable asumirla desde la realidad histórica, como el paso a la germinación total.
Morimos en esta realidad mundana para nacer en el mundo espiritual, pero esta interpretación desde distintos esquemas antropológicos sobre el concepto de cuerpo, origina un problema de identidad y sólo desde una perspectiva de carácter unitario, individual o indivisible a la manera del Antiguo Testamento y no desde una definición abstracta o genérica de carácter filosófica del hombre, podemos entender que se trata de una unidad psicosomática, dinámica y multidimensional.
El hombre es sujeto de una triple relación constitutiva con el mundo con sus semejantes y con Dios.
Su basar (carne) pertenece a su condición biológica animal como cualquier ser vivo, pasa a designar al mismo ser viviente en su totalidad en cuanto visiblemente emplazado en el campo de la percepción, sensible a los demás. Is:22,13; 44,16;Lv:4,11; 26,29.
Designa también al hombre entero Sal:56,5-12; Jb:3,4.15 y Jr:17,5
Hombres y animales están enraizados en un ámbito ontológico que los emparienta aunque difieren cuantitativamente.
El hombre es un ser social cuya realidad no se agota en la frontera de su piel, sino que se prolonga en el tú próximo (en el siguiente).
Puede significar parentesco o hermanos de sangre.
Todo hombre es carne junto a carne de modo que la carne del otro es también la carne propia en cierta forma.
Gn:2,23-24 “hombre y mujer son una sola carne
Lv:18,6 “la mujer consanguínea es llamada carne de su pariente” Gn:37,27 “José es carne de sus hermanos
Is:58,7 en el límite, cualquier ser humano y no sólo el prójimo o el consanguíneo es carne mía.
Kol-basar, toda carne, indica toda la humanidad. Is:40,5; 49,26; Jr:25,31; Jb:12,10; Sal:145,21; incluso todos los seres vivos Gn:9,15.16.
A diferencia de soma griego como individuo, basar denota un principio de solidaridad y socialidad.
Carne, sugiere matices de fragilidad, de debilidad y de caducidad inherentes a la condición humana.
Diferente de las antropologías orientales y griegas aquí no se le adjudica el que sea fuente del mal, es solo la cualidad de desfallecimiento biológico o ético.
Hay una dialéctica latente de creador-criatura y no de espíritu-materia por lo que, Ez:11,19;36,26, puede hablar de “un corazón de carne
Nefesh es la noción central de la antropología israelita, traducía garganta, órgano de la respiración Jon:2,6; Sal:69,2;15,18 por metonimia la respiración o el aliento. 1Re:17,21-22; 2S:16,14; es el principio vital o vida común a los animales y al hombre Dt:12,23; Pr:8,35-36; Ex:4,19.
Nefesh designa al propio ser viviente en general y más al hombre Lv:23,30; Is:18,1; Jb:2,16,4; Sal:103,1; 106,1.
Nefesh es el centro vital inmanente al ser humano, la persona concreta animada por su propio dinamismo o personalidad donde cabe la psicología.
La Nefesh hebrea no es una entidad puramente espiritual como la psyché griega, a pesar que en los LXX, la traducción de 755 veces se hizo por psyché en 680 (Westermann) como insuficiente y desorientadora.
La nefesh está afectada por un coeficiente de corporeidad, “cuando el hombre siente hambre, su nefesh está vacía” Is:29,8, o “la Nefesh disfruta de los buenos manjares” Is:55,2.
No es raro que basar y nefesh se utilicen indistintamente para denotar hombre entero, esta pareja no se refiere a partes diversas de la estructura humana como ocurre con el binomio griego cuerpo-alma.
Todo hombre es (y no tiene) basar, todo hombre es (y no tiene) nefesh.
El hombre es unidad psicosomática, cuerpo animado y/o alma encarnada.
Al pensamiento antropológico bíblico le es ajena una concepción dualista o dicotómica.
A la nefesh se atribuyen sensaciones orgánicas como hambre y a los órganos corporales operaciones psíquicas Gn:43,30 “las entrañas se conmueven” (misericordia sentir con las entrañas) o se emocionan por el bienamado Ct:5,4. Los riñones exultan o celan Pr:23,16 o esperan el don divino Sal:145,15.
El acto sexual se designa con conocer Gn:4.1.17; 1Re:1.4; Jue:19,25 “en el amor un alma conoce inmediatamente otra alma
Todo conjugado en Leb o corazón el verdadero centro interior del hombre en que se imprime y desde donde se irradian las operaciones sensitivas, afectivas, electivas y cognoscitivas.
Como consecuencia de esta concepción integracionista, ni el pecado se adscribe a la carne o al cuerpo ni la santidad a un estrato espiritual o anímico.
Pecado y justicia, vicio y virtud proceden de decisiones personales que embargan al hombre entero.
El hombre como ser constitutivo abierto hacia arriba en apertura trascendente puede ser colmado por el Ruah (viento, soplo, aliento) como el Espíritu de Jahvé o su comunicación con el hombre.
El ruah es la fuerza creadora.
Los sapienciales con influencia helénica dejan ver un doble paralelismo humano-carne/ divino-espíritu como suma teo-antropológica para expresar una nueva dimensión del hombre Jb:33.4;34,14-15; Sal:33,6; 51,12-13; 104,29-30.
La apertura a Dios como carisma sobrenatural Is:11,2; 1S:10,10;16,13; Nm:24,2 en esta línea los profetas suelen ser llamados los hombres del espíritu como poseedores del carisma distinguido.
La rara relación basar-ruah es una dialéctica entre finitud y limitación de la criatura y del poder omnímodo de Dios Soberano y Creador.
En este contexto y lenguaje es que se puede interpretar y comprender el lenguaje del evangelio.
Bibliografía.
Biblia de Jerusalem.
Ruiz de la Peña: Imagen de Dios, La antropología del Antiguo Testamento.
Ruiz de la Peña: La nueva Creación.

Apr 3, 2007

76 - PROFETAS

P. Hermes Amaya sacerdote eudista
Es Vicario Parroquia de Santa Bárbara de Usaquén Bogotá.

Dios nos ha querido comunicar su propia vida para hacernos en su Hijo, sus hijos y al revelarse nos ha hecho capaces de responderle, de conocerle y de amarle.
Esta comunicación y revelación la realiza mediante personas, acciones y palabras que hacen parte de su “Pedagogía” y lo va haciendo gradualmente hasta culminar en la persona y la misión del Verbo Encarnado, Jesucristo.
En todas las religiones de la antigüedad se encuentran personas inspiradas y aptas para recibir y dar mensajes de la divinidad.
Personajes como Abraham y Moisés son considerados como auténticos enviados divinos, portadores de la profecía.
Hubo una verdadera tradición profética donde el espíritu se va comunicando.
El Siervo de Yahvé, de Isaías, asume rasgos de un verdadero profeta.
El Profeta tiene una función precisa en medio del pueblo de Israel.
El Profeta es esencialmente el que comunica al pueblo un mensaje de parte de Dios.
El profeta es “la boca de Dios”, es el “Hombre de Dios”.
Con el sacerdote y con el rey constituye el eje de la vida y de la historia del pueblo.
El profeta es don de Dios y objeto de las promesas.
El mensaje de los profetas se conjuga y se combina en tres líneas maestras, características de la religión del Antiguo Testamento:
- Monoteísmo.
- Moralismo.
- Espera de la salvación.
Por los Profetas, Dios forma a su pueblo en la esperanza de una alianza nueva destinada a todos y grabada en los corazones.
Los Profetas anuncian la restauración radical del pueblo y la purificación de las infidelidades.
Los Profetas educaron la conciencia del pueblo de Dios y dejaron el terreno listo para que Jesús fuera reconocido como el salvador.
Han desempeñado un papel considerable en el desarrollo religioso de Israel y han sido los instrumentos principales del progreso de la Revelación.
Por el Bautismo hemos sido consagrados como profetas para hablar en nombre de Dios, para anunciar la salvación con palabras y con hechos y para denunciar el mal, la mentira y la injusticia.

75 - MOVIMIENTO PROFETICO

Después del esplendor davido-salomónico aparece el movimiento profético como un fenómeno en las naciones vecinas de Israel, donde varios charlatanes, astrólogos y quirománticos, proliferan denunciando, anunciando y adivinando sobre el futuro.
Denominados inicialmente como Nabi se presentaron los Profetas de Israel en varias situaciones como la división del Reino, la desintegración, la invasión, la destrucción, el destierro, el exilio y el regreso de Mesopotamia donde los exiliados se contaminaron por cerca de un siglo de las costumbres babilónicas y medo-persas, cuyas leyendas mitológicas sirvieron de ingredientes en la construcción del Pentateuco.
Estas personas de extracción no sacerdotal, pertenecientes a oficios campestres, con gran capacidad de observación y de análisis y una prodigiosa memoria, hablaron de Jahvé y fueron básicas en el desarrollo de la teología de la Historia de Salvación de Israel.
El ambiente en que sobresalieron fue de franca crisis económica, de un desastre político y social y de una degeneración religiosa.
Como fenómeno nuevo dentro de la profecía de Israel en el siglo VIII dejan sus obras por escrito. Inicialmente el profeta es un personaje cortesano cerca del Rey que luego progresivamente se separa de éste en forma radical para unirse al pueblo.
Amós inicia una prédica que se cree causó mucho impacto en los oyentes al escuchar el rechazo al reformismo de los profetas anteriores, mediante la ruptura total con las estructuras vigentes.
Advierte que todo el sistema está podrido y que Dios no volverá a perdonar a su pueblo.
La acumulación de profecía durante 50 años en que Amós, Oseas, Isaías y Miqueas ven reflejada la problemática social en los marginados sociales, en la opresión a los campesinos de la Sefela y en la corrupción de los ricos a costa de los pobres por el gran auge del desarrollo agrícola e industrial a partir del reinado de Salomón.
El culto en el norte a los dioses extranjeros genera una problemática religiosa, los israelitas asentados en Canaan y dedicados a la agricultura, creen que ya no necesitan de Jahvé que es un Dios guerrero capaz de derrotar al faraón y de lanzar truenos desde el Sinaí, no tiene idea de agricultura, por lo cual se encomiendan a Baal dios de la fertilidad, de las lluvias y de las estaciones a quien atribuyen el agua, el pan, la lana, el lino, el vino, el aceite Os:2,7-10.
Surge así una espantosa lucha religiosa en tiempos de Elías quien deseaba que el pueblo adquiriera el conocimiento de Dios y se convirtiera.
Yehu quiso purificar mediante una revolución que resultó un baño de sangre 2 Re:10,1-36.
La problemática política es fundamental mientras existen graves circunstancias nacionales e internacionales con los vecinos:
La migración aramea.
La voracidad asiria.
El empuje filisteo.
La expansión mohabita.
Lo anterior es observado por Oseas e Isaías mientras que la subida al trono asirio de Tiglatpileser en el 745 a.C. enciende la chispa que luego con sus sucesores Salmanasar, Sargón II y Senaquerib convierten el antiguo Oriente en un campo de batalla al querer imponer su hegemonía sobre los pueblos pequeños como Israel y las tribus dispersas.
En Israel aparecen partidarios asirófilos y egiptófilos, Oseas y Amós luchan por la neutralidad con gran intuición y prudencia política utópica, al final, fracasaron ya que ni las autoridades ni el pueblo hicieron caso.
Isaías en 10,1-4 ve que Jerusalem es una ciudad infiel, al traicionar a Dios, cuando se traiciona a los pobres.
Las autoridades en un afán de lucro y a cambio de regalos por los servicios prestados, están asociadas con los ricos ladrones al permitirles el robo de pertenencias y de salarios de los pobres.
Jerusalem prospera a base de crímenes como increpa Miqueasdetestan la justicia y tuercen el derecho” Mi: 3,9.
El profeta descubre el revés de la trama donde la prosperidad y el progreso están construidos con la sangre de los pobres a base de injusticias, en trabajos forzados sin remuneración y a los duros tributos que exige el esplendor, “los religiosos que bailan al son del dinero
Un siglo después Sofonías 3,1-7 denuncia cómo la ciudad continúa igual de criminal e incorregible y rebelde contra Dios en lo social. Identifica como responsables a las autoridades civiles judiciales y religiosas.
Los profetas interpretan como castigo de Dios al pueblo infiel y desordenado, las invasiones y deportaciones mesopotámicas de los siglos VII y VI a,C., la conquista había dejado impresas en los corazones de los cautivos las escalofriantes escenas habituales en la guerra de cualquier ciudad en esos tiempos: “Han violado a las mujeres en Sión, a las vírgenes en las ciudades de Judá. Colgados fueron por sus manos los príncipes; la faz de los ancianos no fue respetada. Han arrastrado piedras de molino los muchachos, bajo la leña se han doblado los niños” Lam 5:11-13.
Pero ante la desgracia muchos preguntaban a Jahvé con amargura “¿Dónde están tus primeros amores, Señor, que juraste a David por tu lealtad?” Sal 89:49.
El análisis de la literatura sobre el profetismo hace ver que los personajes anteriores al exilio plasmaron su mensaje en la denuncia, mientras los posteriores al destierro, dejan ver un marcado acento de esperanza que incluía una mejor calidad de vida en lo político, lo social, lo económico y lo religioso.
A pesar de la dificultad surgida en la presentación de los textos debido a que cada profeta es diferente de otro y cuya época es distinta de otra, hay un común denominador en todos y es la restauración y la prosperidad de Jerusalem, la seguridad y la paz.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem.

Apr 2, 2007

74 - LA PALABRA

La relación entre aquellas palabras clave en la interpretación de la revelación bíblica Corazón-Lengua-Manos tiene una significación especial como Pensamiento-Palabra-Acción y cuyo aspecto teológico es trinitario Padre-Hijo-Espíritu Santo.
CORAZON es asiento de la vida psíquica, de la inteligencia, de la voluntad, de la vida emotiva y de la vida moral y religiosa.
Cuando habla el corazón, la Biblia intenta designar a toda la persona en su interioridad, es un equivalente cercano al nous griego o espíritu.
Es el centro de toda la persona, la sede de la vida íntima del hombre, la fuente de los recuerdos y de la memoria como también de los proyectos y de las opciones decisivas o conciencia moral, de ahí:
la decisión de fe o corazón abierto
y la decisión de no-fe o corazón duro.
PALABRA implica, boca, lengua, labios, es el instrumento de la comunicación para revelar lo que el corazón dice o piensa (para los egipcios y los judíos no existe la noción de cerebro) cuyo resultado será la acción.
La Biblia subraya el carácter profético de las palabras.
El que habla en lugar de otro es como si fuera su boca, recordemos a Aarón hablando por Moisés Ex:4,14-16 o aquel pasaje en que Dios pone sus palabras en boca de Jeremías, Jer:1,9.
La Biblia frecuentemente expresa el buen y mal uso de la lengua y la literatura universal encuentra eco característico en los sabios de Israel.
El hablar trae honra o deshonra, nos dice Eclo:5,13 "la lengua del hombre es su ruina"
Los labios y la lengua esperan que la boca se les abra para expresar el fondo del corazón y revelar sus designios, no exento de posibles contradicciones.
El salmista exclama "Señor, me abrirás los labios y mi boca proclamará tu alabanza"
La lengua se compara con una navaja, Sal:52,4; con un puñal, Sal:55.22; con un arco que se tensa, Jer:9,21; con un látigo, Job:5,21 o con una espada de dos filos.
MANOS es la figura que representa la acción humana, su expresión, complemento gesticular, es uno de los medios más característicos del lenguaje humano.
Poner la mano en la boca es callar, Prov:30,32; colocarlas en la cabeza es señal de duelo o de dolor, 2Sm:13.19; darse la mano es estar de acuerdo, 2Re:10,15; dar la mano es ayudar Gal:2,9; batir las manos es alegría; Sal:47,2 o juntar las manos en la oración, Job:31,27.
La acción representada en las manos es signo de poder.
MENTIRA es la inconsistencia entre lo que se piensa y lo que se dice.
HIPOCRECIA es hacer algo diferente a lo que se dice.
IMPOTENCIA no hacer lo que se piensa.
La educación e instrucción bíblica permite que estas desviaciones causantes de violencia, sean eliminadas como responsables de un comportamiento anómalo en que priman los intereses personales sobre los comunitarios, originando la injusticia social al apartar al hombre del Plan de Dios.
Bibliografía.
Pierre Mourlon El hombre en el lenguaje bíblico.

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