Feb 11, 2007

59 - LA EDUCACION HEBREA


El niño es querido por la familia, pero lejos de los mimos, como dicen todos los textos es educado con rigor para enderezar a un “retoño" incapaz de sabiduría y de respeto a la ley, pensaban que la sabiduría se adquiría con una educación enérgica “mejor con la ayuda de la vara”.
En los primeros años es la madre quien cuida de los hijos, a los cuatro años la hija se queda con la madre y el hijo es cuidado por el padre.
Así para la niña comienza el aprendizaje de cocinera- mujer de hogar y futura esposa, para el niño el entrenamiento se hace en el oficio del padre, quien podía ocasionalmente enviarlo a un vecino para aprenderlo.
La niña a los seis años era susceptible de ser vendida como esclava, pero al cumplir los doce años ella podía adquirir su libertad.
Después de esta edad el padre no estaba obligado jurídicamente a alimentarlos, pues se consideraba, que estaban en condiciones de solucionarlo por sí mismos.
La educación no sólo era aprender los oficios, sino que los padres como encargados habían de enseñar la Torah a los hijos.
Las niñas como es lógico en este tipo de sociedad, debían aprender los mandamientos negativos, “No harás” más los que se refieren a su condición femenina, "entre menos se les enseñara, mejor".
El varón por el contrario entre más aprendiera desde la instrucción paterna, su saber le permitiría conocer mejor la ley y ser capaz de interpretarla.
Las niñas adquirían formación sobretodo gracias a los comentarios del oficio sinagogal.
En las aldeas o poblaciones pequeñas varias familias se reunían para que un maestro o rabino enseñara a sus hijos.
En las escuelas las escrituras constituían la base de la enseñanza (no existían los lápices o los cuadernos) y la prodigiosa memoria de las civilizaciones semíticas, de tipo oral-auditiva, requería que el maestro repitiese y comentase para que el alumno por fin acabase aprendiéndolas de memoria.
Los textos bíblicos se confeccionaron con estructuras mnemotécnicas como procedimientos literarios de la época, de los cuales existen muchos ejemplos, en el Evangelio hay paralelismos, antítesis, asonancias, consonancias, correspondencias etc.
Leyendo el texto bíblico se aprende de todo la enseñanza del cálculo por ejemplo, en relación a la duración de la vida de los patriarcas o en las genealogías, en la arquitectura a propósito de la construcción del Templo de Salomón, en la geografía al narrar las guerras de Israel o las ciencias a partir de algún milagro o fenómeno.
La Biblia es el libro completo que le permite integrar todos los conocimientos y es inútil buscar en otro sitio, como dicen los rabinos de este tiempo.
La enseñanza superior en todos los pueblos de la antigüedad fue la que primero se organizó, mucho antes de la época de Cristo.
Cada uno de los maestros o rabinos se preocupaba por formar futuros discípulos y escribas para que pudieran ejercer sus cargos en los tribunales o en las sinagogas.
Sabemos que en Jerusalem existieron dos grandes escuelas rabínicas, una a cargo de aquel famoso hombre que desde su humilde condición de mendigo surgió en la Beth Madrash de Babilonia llegando a dirigir una escuela de carácter laxista, su nombre Hillel quien llegó a tener ochenta alumnos. De esta escuela salió Gamaliel y luego según la tradición, Pablo de Tarso.
La otra rigorista bajo la dirección de Shammai exigía un año de estudio para conocer las prescripciones rituales.
No existen datos sobre la escolaridad antes de la destrucción del segundo Templo en el año 70 d.C. pero las gentes se preparaban para entender la lectura y las homilías sinagogales.
A partir del siglo II d.C. se establece en la cabecera de cada municipio una especie de escuela secundaria a donde deben ir obligatoriamente los muchachos entre los 16 y los 18 años, pero esto planteaba no pocos problemas pues la jornada duraba desde el amanecer hasta la noche y había que hacer un largo recorrido y pagar una pensión.
Estos jóvenes por lo general no eran dóciles como nos recuerda el Talmud “cuando el maestro reprende a alguno de estos alumnos, este se rebela y deserta de la escuela”.
Se olvida que estos adolescentes estaban insertos en el mundo del trabajo y que no tenían una fe muy profunda ni los medios económicos para su sostenimiento, tenían que pensar sobre todo en comer.
Por lo tanto, sólo los hijos de familias acomodadas podían recibir la enseñanza a pesar que las autoridades de Israel tuvieron siempre la preocupación por dar a todos una educación más amplia, lo que llevó con el tiempo a la creación de escuelas gratuitas desde los 6 años para todas las aldeas.
La educación se centraba en el estudio de las diferentes interpretaciones del texto bíblico.
El estudio del griego como la lengua internacional de la época, se aceptó hasta el siglo II como recordamos que los escritos del Nuevo Testamento y las traducciones de las escrituras llamadas de Aquila y Teodoción, hechas en ambiente judío después de la destrucción del año 70 d.C., están escritas en este idioma.
Los escribas concibieron que esta lengua, el griego y sus filosofías, no eran bien vistas para el judío, pues se consideraban que pervertían a los jóvenes. En cuanto al idioma decían “puedes estudiarlo si encuentras un poco de tiempo, que no sea de día ni de noche
El maestro, casi siempre un escriba, infundía la palabra de Dios, debía ser honrado por sus alumnos a imagen de Dios, el primero en dar la ley y los padres deben de ceder su puesto en la estima del alumno.
Ahora vemos el contexto cultural en que debió ser instruido Jesús de Nazareth y esto concuerda con su categoría socioeconómica y el oficio de su padre José, no como carpintero, sino como maestro de obra, traducción correcta del griego como Tekton (de ahí el gran maestro de obra es el arquitecto)
Hoy nuestra memoria es audio-visual y fría, por lo cual, creemos aprender mucho pero el cerebro requiere una memoria cálida para que los circuitos cerebrales fijen con emoción los recuerdos en las áreas de asociación.
Olvidamos rápido y preguntamos ingenuamente ¿para qué nos sirve esto? Sin darnos cuenta que estamos dejando pasar la vida en forma pasiva dentro de un contexto mercantilista de la sociedad de consumo.
A propósito de la confección de esta página vista con un poco más de colorido en los textos, tiene la intención de usar una metodología con los colores para que el lector trate de memorizar aquel propósito que tuvieron en mente los antiguos hagiógrafos.
Ch.Saulnier - B. Rolland Palestina en tiempos de Jesús.

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