Mar 16, 2007

68 - DUALISMO ANTROPOLOGICO GRIEGO

Desde nuestra óptica occidental hoy cuando nos preguntamos sobre el hombre, pensamos en una oposición entre el cuerpo y el alma, estos dos elementos representativos de la espiritualidad y de la materialidad.
Desde el contacto histórico de Persia con Grecia en el siglo VI y V a.C. dicha cultura se impregnó de las ideas de Zoroastro, que a la vez habían penetrado en el judaísmo a partir del exilio, con las figuras del ángel y del satán (no originales del hebreo)
Los griegos asumieron el dualismo desde las escuelas órficas con Pitágoras, Platón, Aristóteles, Plotino y otros.
Los clásicos nos heredaron luego a través del cristianismo con S. Agustín, S. Tomás de Aquino y filósofos como Descartes, ese pensamiento que pasó a ser corriente en nuestro leguaje.
El cuerpo y la materia-El alma y el espíritu
El cuerpo mortal-------El alma inmortal
La realidad material---La realidad espiritual
La exterioridad---------La interioridad
Lo concreto-------------El pensamiento
La dimensión orgánica La dimensión profunda
Lo terreno---------------Lo celestial
Lo humano--------------Lo divino
Sin pretender velar la gran obra de los pensadores griegos con sus maravillosos aportes de sus reflexiones que articulan las relaciones entre el cuerpo y el alma en una especie de unidad sustancial, podemos diferenciar la posición platónica de la aristotélica.
Recordemos ese antiguo juego griego de palabras "El cuerpo (soma) es la tumba del alma" es decir, para el alma espiritual una especie de cárcel material, donde haría falta escapar sólo con la muerte.
Este tenaz dualismo marcado a través de la historia humana, hoy revela sus consecuencias en duras oposiciones entre corrientes de pensamiento que se designan como:
EL ESPIRITUALISMO cuyo objetivo es promover los valores del alma y del espíritu con el riesgo de caer en un espiritualismo desencarnado.
EL MATERIALISMO cuya meta es la praxis en los valores terrenos y corporales con el riesgo de negar toda dimensión trascendente.
Estas dos escuelas en la realidad de su diálogo de sordos, la una y la otra quedan presas de una mismna visión dualista.
¿Sería conveniente en estas condiciones hablar de hombre?
Pensaríamos, en si el médico, sólo se encarga de curar los cuerpos y el sacerdote como el médico de curar las almas.
Hoy debe pensarse educativamente si es mejor formar el espíritu y la cabeza, (una cabeza bien hecha y no una cabeza bien llena) sin reducir a secundarias la gimnasia y la práctica de los deportes.
M. Bejart en "Sus Ballets du XX siecle" valdría preguntarse si los movimientos del bailarín vienen del cuerpo o del alma.
El dualismo griego nos ha llevado hasta cuando distinguimos el cuerpo y el alma a despreciar el uno para exaltar el otro y en el fondo estamos cortando al hombre en dos, y este triste lenguaje sobre el ser humano, se sigue haciendo sentir en nuestros días.
Sin embargo continuamos filosofando
¿QUE ES EL HOMBRE? antigua y vieja pregunta desde los albores de la humanidad que aún hoy con las investigaciones más adelantadas científicamente al esculcando los cromosomas en el laboratorio, no logramos aún obtener ninguna brisna de repuesta.
En artículos anteriores, de una manera filosófica abordó el tema el P. Pedro Pablo Múnera y de manera bíblica el P. Pierre Grelot, ahora quisiera recordar desde el campo de la sabiduría bíblica como respuesta al helenismo griego del siglo II a.C. aquellas expresiones de los escritores judíos.
Ecl:1,9, Como del Qohelet sale esta frase: "lo que pasó, eso pasará, lo que sucedió, eso sucederá, nada hay nuevo bajo el sol"
2 Sm:7,18, Tras la profecía de Natán durante el apogeo del reinado de David, éste, lleno de gratitud pregunta en su oración,
¿Quién soy yo mi Señor, y qué es mi familia para que me hallas hecho llegar hasta aquí?
Sal:8, Dedicado a la Gloria de Dios y a la dignidad del hombre se pregunta, "¿Qué es el hombre?, ¿Qué es el ser humano?, ¿Porqué lo recuerdas y te preocupas por él?"
Job:7,17-18, Su autor en época del destierro babilónico, parodiando el salmo 8, le hace decir a Job quien aplastado por sus desgracias pregunta: ¿Qué es el hombre para que le des importancia, para que te ocupes de él, para que le pases revista por la mañana y lo examines a cada momento?
Sal:144,3-4, Recoge el mismo interrogante anterior "Señor, ¿Qué es el hombre para que te fijes en él, qué los hijos de Adam para que pienses en ellos?
Sab:2,1-6, Finalmente este texto más reciente nos analiza sobre los razonamientos equivocados de los impíos (los que niegan a Dios) y viven bajo el signo de la muerte rechazando toda trascendencia:
"La vida es corta y triste
y el trance final del hombre, irremediable...
Nacimos casualmente
y luego pasaremos como quien no existió;
nuestro respiro es humo,
y el pensamiento, chispa del corazón , que late...
Nuestra vida es el paso de una sombra.
y nuestro fin, irreversible...
¡Venga a disfrutar...! " (epicureísmo)
Me es familiar este texto con el paralelo del Corpus Hipocrático del siglo IV a.C.
- La vida es corta
- El oficio es largo
- La ocación es fugás (kairós)
- La experiencia es insegura
- El juicio difícil
Pierre Mourlon Beernaert: El hombre en el lenguaje bíblico.
Werner Jaeger: Paideia, Los ideales de la cultura griega.
Rodríguez G. Carlos A.: Paideia y Medicina Hipocrática.

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