El primer bloque de documentos cristianos está formado como la literatura paulina, por cartas ocasionales, dirigidas a comunidades pequeñas de la cuenca del mar Egeo, territorio de cultura helénica, cuyo fin es tratar sobre sus problemas concretos.
Tan sólo la carta a los Romanos que recoge la polémica que había desgarrado a la comunidad de los Gálatas y la carta a los Efesios, inspirada en las discusiones sobre la iglesia de Colosas, cuya autenticidad sin embargo se discute, toman cierta distancia respecto a la vida concreta de Jesús.
Si allí no se habla de María, habrá que pensar que: ¿Pablo no supo nada de ella? y con extrañeza se observa en varias ocasiones la ausencia de referencias paulinas sobre la vida terrena de Jesús.
Hay que saber que si Pablo se dice apóstol, no es en el sentido definido por Pedro en en el libro de los Hechos (1,21-22).
PABLO no acompañó a Jesús "a partir del bautismo de Juan, hasta el día en que se elevó" es decir que no conoció a Jesús pre-pascual, pues aquel con quien se encontró en una experiencia decisiva es el Resucitado (Hch:9,1-19).
Gál:1,11 afirma haber recibido su evangelio directamente de Dios por revelación así que en otros documentos cuenta que estuvo con Pedro, tan sólo quince días Gal1,18, pero es llamativo que al usar la palabra del arameo Abba, se remonta a los las tradiciones evangélicas más antiguas.
Según algunos estudiosos hay algunos textos que pueden referirse o tocar la génesis humana de Jesús como:
Flp:2,7 recoge un himno litúrgico de las primeras comunidades cristianas el cual se refiere al rebajamiento de Cristo o kenosis.
Rom 1,3 cita un enunciado de fe o fórmula kerigmática (pasión, muerte y resurrección) "se refiere a su Hijo, nacido según la carne del linaje (sperma) de David, establecido según el Espíritu de santidad, Hijo de Dios con poder por su resurreccíon entre los muertos , Jesucristo nuestro Señor" la Biblia utiliza el término linaje como semilla en un lenguaje figurado, Sal:89,5.
Gal:4,4-5 sobre todo de una densidad teológica notable, evoca la prodigiosa intervención divina en Jesucristo "Pero cuando llegó la plenitud de los tiempos; Dios envió a su hijo nacido de mujer, nacido bajo la ley ....."
MARCOS es el primero que llama a María por su nombre , y es quien recoge las tradiciones que parecen rechazar a la familia de Jesús, incluída su Madre, 3,31-35 y 6,1-6 pero guarda silencio sobre la infancia de Jesús.
MATEO Y LUCAS a su vez recogen más tarde estas tradiciones y las reinterpretan a su modo, harán que sus evangelios respectivos comiencen con los relatos de infancia de Jesús.
Estos relatos son célebres pues han marcado a la imaginación cristiana y están en el origen de la piedad popular mariana.
Aunque se les consideró hasta hace poco como relatos marginales y fácilmente separables del resto del evangelio, la exégesis actual subraya por el contrario que como hilos conductores sirven para tejer los evangelios de estas dos escuelas que se entrelazan a su vez con estos relatos inaugurales.
A la luz de la crítica de las fuentes, se encuentran unas tradiciones muy diferentes de las del resto de los evangelios, el análisis literario subraya un género particular con lenguaje propio.
Si estos autores sin discutir su identidad, llamados Mateo y Lucas iniciaron de este modo sus evangelio, el lector de hoy día haría muy mal en prestar poca atención a estos comienzos.
JUAN autor del cuarto evangelio teológico por excelencia, presenta dos escenas: las bodas de Caná y en la Cruz, donde adquiere un gran relieve la figura de "la madre de Jesús".
Bibliografía:
Jean Paul Michaud, María de los evangelios.
Raymond E. Brown El nacimiento del mesías.
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