Jun 11, 2009

187 - DINAMICA TRINITARIA

¿Para qué es la Revelación? es la pregunta frecuente que ronda nuestra interioridad.
Israel hubo de enfrentarse a esta realidad, porque sabía que era la garantía de su identidad y sentirsen hijos de Dios es una experiencia del Espíritu.
Tratadas las relaciones intrasubjetivas, entendemos que existe un amor dinámico para involucrarnos e insertarnos en ese Misterio que nos invita a estar con él y en él.
El bautismo en la Trinidad nos inserta en el Misterio Pascual que a la luz del Misterio Trinitario podemos percibir como funciona la fe humana sabiendo que Jesús ha revelado el hombre al hombre.
Si queremos vivir, debemos mirar a Jesús para ser más humanos y entender la divinidad.
Somos invitados por nuestra estructura interior hacia el otro. El centro de las relaciones interpersonales ha de ser el amor, palabra que en nuestro lenguaje se ha diluido, al tener una interpretación diferente como atracción de unos con otros, como estremecimiento orgánico, caprichoso, transitorio e intenso o que, ni se siente.
La perspectiva bíblica del amor como decisión de inteligencia, voluntad y libertad no depende de una disposición.
El amor al enemigo no es posible, pero como voluntario, libre e inteligente es viable.
¿Cómo funciona la Trinidad a partir de la fe?
El Padre es el Padre y el Hijo es el Hijo
El Padre es para el Hijo y el Hijo es para el Padre
El Padre es con el Hijo y el Hijo es con el Padre
El Padre es en el Hijo y el Hijo es en el Padre
El Padre no es Padre si el Hijo no es Hijo
El Padre no es por el Hijo ni el Hijo es por el Padre
El Padre es totalmente transparente al Hijo y el Hijo es totalmente transparente al Padre

(No existen secretos en el amor)
Para que cada uno sea en sí mismo para el otro, el amor es Espíritu Santo
Se habla de la pasión del Padre, pues la relación dramática está con un amor martirial en la Cruz. Mc:14 Jesús discierne “mordiendo el polvo” dinamismo que pasa por la Cruz como despojo de sí mismo para que la humanidad conozca al Padre.
Esto es el amor perfecto, la fe plena, donde vemos cómo funciona Dios y cambia la visión del Dios arbitrario que genera una visión diferente como cuando, con las rodillas peladas queremos manipular a Dios y cuando no nos funciona lo cambiamos.
Sabiendo que tenemos obstáculos en la comunicación, el camino al otro es el camino hacia Dios.
No obstante, nosotros no estamos interesados en ese proceso de creer y preguntamos
¿Para qué creer?
En la sociedad de mercadeo sólo queremos saber que nos da dominio y no el creer, pues lo queremos saltar para introducir el saber y dominar.
Hay una dialéctica de la libertad, cuando conocemos la fragilidad del otro la empleamos para someterle y manejarle y no para respetar sus heridas, proceso donde no las curamos sino las lastimamos martirizando al próximo y luego escondernos.
Sin embargo creer es la única posibilidad que nos da Dios para el proceso de salvación y poder llegar a la plenitud del amor del ser, dinamismo puro, que permite llegar a su identidad. Así este Misterio Trinitario como futuro anticipado del ya pero todavía no (adviento) es el movimiento de esperanza.
La esperanza nos dice que tenemos una capacidad ilimitada de cambiar y de ser mejores.
El orgulloso aislamiento de quien cerrado en sí mismo permanece ausente del proceso de la comunicación existencial intersubjetiva, equivale a estar muerto en un cuerpo viviente y esto es lo que se llama pecado.
En el Antiguo Testamento el malak o mensajero en singular se utilizó para evitar nombrar a Jahvé, por consiguiente se trata del Dios Padre.
Debemos estar en una perspectiva antropológica como el único camino para llegar a la humanidad, esta es la perla de los creyentes realizada sólo en lo humano.
Mt:28,16-20 El bautismo sacramento del amor trinitario.
No vamos a cambiar al mundo pero sí podemos cambiar nosotros mismos.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
P. Pedro Pablo Múnera Fé, carácter antropológico
Fray Miguel de Burgos Núñez Domingo de la Santísima Trinidad

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