Jun 12, 2013

238 - LOS HITITAS DE LA BIBLIA

El Asia Menor, Anatolia o Turquía hoy, es un territorio que marcó en la historia universal un hito de costumbres y de ritos alrededor de la muerte.
El nombre de los hititas ha llegado hasta nosotros en las “historias más antiguas de la Biblia” donde se menciona como una despiadada y feroz tribu cerca de la Tierra Prometida.
En el siglo XIX después de tres mil años, unos arqueólogos descubrieron en el centro de Turquía una meseta con las ruinas de Hattusa, construida con técnicas muy adelantadas para las ciudades de su tiempo. De grandes fortalezas y murallas, tenía una gran pirámide y una red de túneles subterráneos, con un gran templo para adorar a muchos dioses olvidados. La “puerta de los leones” era la entrada cuyas figuras protegían a sus habitantes. Desde las alturas un gran palacio para una dinastía de reyes guerreros que hacia el siglo IV a.C. se expandieron conquistando pueblos a su paso y llegando hasta las tierras de la Biblia.
En un recodo del río Kizil Irma o Marrasantiya en lengua hitita, estaba situado el corazón del País de Hatti con la ciudad de Hattusa. Este territorio montañoso casi a dos mil metros sobre el nivel del mar, pero con un clima menos inhóspito que hoy, se difundió limitando al occidente con las bárbaras tribus Gasgas, al oriente con Asiria, al sur con Siria y con Egypto. Había conquistado ciudades importantes como Alepo, Karkemish y Qadesh donde se libró una de las famosas batallas entre  el rey hitita Muwatalli y el joven faraón Ramsés II que pudo costarle la vida. El resultado fue incierto y cada parte mantuvo el control de sus tradicionales territorios de influencia.
Los hititas, también llamados hetitas o heteos en el Antiguo Testamento, descendían de una población de origen indoeuropeo que se instaló en la región central de esta península hacia los siglos XVII y XII a.C. cuya capital fue Hattusa, tenían lengua indoeuropea y usaban jeroglíficos propios a la vez que su escritura cuneiforme fue prestada de Asiria.
En la genealogía de los descendientes de Cam, quienes poblaron la cuenca oriental del Mediterráneo, aparece Canaán cuyo segundo hijo fue Het como probable antepasado protohitita quien se estableció en Asia Menor.
Esta tribu debió ser absorbida por los hititas indoeuropeos cuando penetraron en Anatolia desde el noreste. Algunos de estos pudieron vivir en Palestina en tiempos de Abraham según cita la Biblia.
Egipcios e hititas hicieron la paz después de dos siglos de guerras, sellando con el matrimonio de la hija del rey hitita Hatussilish y el faraón Ramsés II.
Este registró el acontecimiento  en una estela conmemorativa que situó en Karnak, en la isla de Elefantina cerca de Asuán y Abú Simbel. Al describir el viaje y la llegada de la princesa a Egypto, la inscripción cuenta “cuando su Majestad vio que era tan hermosa de rostro como una diosa, se enamoró de ella y la consideró algo precioso que le había concedido el dios Ptah y una señal del reconocimiento hitita de su victoria”.
A principios del siglo XIII a.C. ante la creciente expansión asiria, liberada del yugo de Mitanni, reino contiguo oriental, se produjo una aproximación entre las casas de Hatussa y Babilonia mediante un matrimonio de herederos, como consta en una carta conservada del rey Hatusil III a Kadashman-Enlil II (1279-1265 a.C.) rey de Babilonia.
Por el segundo milenio a.C. Shubiluluma II, heredero de Tudhalia IV fue sorprendido por los ataques de los pueblos del Mar, los filisteos, quien no supo repeler y junto a nuevas invasiones de las tribus de occidente, hicieron desaparecer al Imperio hitita de la historia con más de 3000 años de existencia.
La religión hitita conocida como “la religión de los mil dioses” poseía numerosas divinidades propias y extranjeras importadas de otras culturas.
Los textos bíblicos los recuerdan y los mencionan muchas veces al referirse a las diferentes tribus del Oriente Próximo. Así, probablemente dos esposas de Esaú fueron heteas.
Génesis:26,34Cuando Esaú tenía cuarenta años, se casó con Judit, que era hija de Beeri el hitita. También se casó con Besenat, que era hija de otro hitita  llamado Elón
Génesis:15,18-21Aquel mismo día el Señor hizo un pacto con Abram y le dijo: esta tierra se la daré a tus descendientes, desde el rió de Egypto hasta el rió grande, el Éufrates. Es decir, la tierra de los ceneos, lo cenezeos, los cadmoneos, los hititas, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos
Génesis: 23,2-3Abraham lloró por la muerte de Sara y fue a decirle a los hititas de aquel lugar, aunque soy un extranjero entre ustedes, véndanme un sepulcro para enterrar a mi esposa
Éxodo:3,8Es el país donde viven los cananeos, los hititas, los amorreos, los ferezeos, los heveos, y los jebuseos

Números:13,29En la región del Neguev viven los amalecitas, en la región montañosa viven los hititas, los jebuseos,  y los amorreos, y por el lado del mar y junto al río Jordán viven los cananeos” 
Deuteronomio:7,1El Señor, el Dios de ustedes los va a hacer entrar en el país del cual han de tomar posesión, y echará de la presencia de ustedes a siete naciones más grandes y poderosas que ustedes: los cananeos, los hititas, los gergeseos, los amorreos, los ferezeos, los heveos, y los jebuseos
Josué:3,10Esta será la prueba de que el Dios viviente está en medio de ustedes, y que al paso de ustedes, él irá barriendo a los cananeos, los hititas, los heveos, los ferezeos, los gergeseos, los amorreos y los jebuseos
Josué:11,3Con los cananeos del este y del oeste, con los amorreos, los hititas, los ferezeos, los jebuseos de las montañas, y los heveos del monte Hermón en la región de Mizpa
Josué:24,11Entonces ustedes cruzaron el río Jordán y llegaron hasta Jericó. Los que vivían en Jericó (amorreos, ferezeos, cananeos, hititas, gergeseos, heveos, y jebuseos) pelearon contra ustedes, pero yo hice que ustedes los derrotaran
Jueces:3,5-6Y así los israelitas empezaron a vivir entre los cananeos, hititas, amorreos, ferezeos, heveos, y los hijos y las hijas de los israelitas se casaron con las hijas y los hijos de aquellos pueblos y adoraron a sus dioses
2ºReyes:7,6Y era que el Señor, había hecho que el ejército sirio oyera el ruido de carros de combate, de caballería y de un gran ejército, los sirios pensaron que el rey de Israel había contratado a los reyes hititas y a los reyes  egipcios para que los atacaran
2ºSamuel:11,1-21Una tarde, la levantarse David de su cama y pasearse por la azotea de su palacio vio desde allí una mujer muy hermosa que se estaba bañando. Esa mujer estaba apenas purificándose de su periodo de menstruación. David mandó averiguar quién era ella y le dijeron que era Betsabé, hija de Eliam y esposa de Urías el hitita
Ezequiel:16,3Esto dice el Señor, por lo que toca a su origen, tu Jerusalem eres cananea de nacimiento, tu padre fue amorreo y tu madre hitita
Ezequiel:16,45Tu eres hija de una madre que odiaba a su marido y a sus hijos, y también tus hermanas odiaban a sus maridos y a sus hijos. La madre de todas ustedes era hitita y su padre amorreo
Según los poemas homéricos en la Troya, de la Anatolia de antiguos hititas existían dos formas de tratar los cadáveres, una mediante la inhumación y otra mediante la incineración preferida por los reyes de Hatti en su época imperial, según el ritual conservado.

Las complejas ceremonias del funeral duraban dos semanas; muchos investigadores coinciden en que esta costumbre se ve reflejada en los funerales de Héctor y de Patroclo, como escribió Homero en su Iliada.
Después de sacrificar animales (corderos, bueyes y caballos) junto a la pira, se colocaba el cadáver del personaje real en lo más alto de esta y se encendía la hoguera que ardía por largas horas.
Al amanecer del segundo día apagaban el fuego por medio de numerosas jarras de vino, cerveza o walhi.
Los calcinados huesos eran recogidos con cuchara de plata y bañados en aceite contenido en una vasija del mismo metal luego cubierta con un lienzo para ser sometida a ciertos ritos practicados por la Hawasa o maga y finalmente ser trasladados a una cámara funeraria donde descansaban sobre un lecho sagrado.
Las ceremonias continuaban por doce días más para permitir que viajaran los difuntos hacia “el más allá” pues las tribus hititas creían en una vida después de la muerte, para que los reyes se reunieran en las Eternas Praderas o Campos Elíseos, habitación de los dioses. Las gentes ordinarias o no iniciadas, al morir no tenían acceso a dicho lugar y en cambio iban a la Tierra Negra, donde el dios de la tormenta había con finado a los antiguos dioses.

Biografía
Biblia de Jerusalem
Fustel de Coulange: "La ciudad antigua"
Homero: "La Iliada" "La Odisea"
Publio Virgilio Marón "La Eneida"
Renault Mary: "Juegos funerarios"
Rodríguez Garcés Carlos Augusto: "Ritos funerarios" Artículo 159 de esta página

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