Apr 25, 2008

138 - EL ENDEMONIADO DE GERASA


Gerasa es el nombre antiguo de la hoy conocida ciudad de Jerash al nororiente de Jordania, pertenecía a una de las más importantes ciudades romanas de la Decapolis y sus ruinas representan una de las ciudades mejor conservadas del Oriente Próximo.
Difícilmente puede ser el lugar de la historia del milagro debido a que está a 37 millas al Sureste del Mar de Galilea, demasiado para una carrera de cerdos. Es probable que Gadara identificada con la moderna Um Qeis, haya sido el sitio pero está a 5 millas al Sureste del mar y algunas traducciones la mencionan. Esto deja a Gergesa, la moderna El Koursi, sobre la ribera este del mar como la única posibilidad razonable, si alguna creencia se da a las declaraciones geográficas de los evangelios. Es factible que fuera fundada como una ciudad griega por Alejandro Magno. Según la tradición existe una moneda de la ciudad, correspondiente al reinado de Cómodo en Roma a finales del siglo II, que atestigua su fundación pues sobre la estatua de Pérdicas aparece dicha moneda con la inscripción:
"de Alejandro de los macedonios fundador de Gerasa".
La ciudad existía en el siglo II a C. y es mencionada por primera vez en un contexto narrativo helenista durante el reinado de Alejandro Janneo quien la conquistó al final de su reinado.
Para los judíos los territorios fuera de sus fronteras, eran considerados como regiones dominadas por los adversarios paganos los denominados demonios.
Los sinópticos relatan el episodio del endemoniado cuando Jesús al otro lado del lago de Galilea entra en tierra de los gadarenos, según estas citas.
MARCOS 5,2-4 “Llegaron al otro lado del lago, a la tierra de Gerasa, apenas saltó de la barca vino a su encuentro de entre los sepulcros un hombre con espíritu inmundo..”
MATEO:8,28 “Cuando Jesús llegó al otro lado del lago, a la tierra de Gadara, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino
LUCAS:8,27 “Por fin llegaron a la tierra de Gerasa, que está al otro lado del lago, frente a Galilea. Al saltar a tierra vino de la ciudad a su encuentro un hombre poseído por los demonios y que hacía mucho tiempo que no llevaba vestido.”
El contexto: al tomar el primer evangelio o de Marcos, como el proceso que lleva al discípulo a descubrir paulatinamente en Jesús al Cristo, 9,29 y finalmente al Hijo de Dios, 1,39 este texto se sitúa en la segunda parte de ese camino.
Identificado por Juan el Bautista como el Cordero de Dios, Jesús se presenta y anuncia la llegada del Reino de Dios, para lo cual busca a cuatro discípulos. Con ellos entra en Kafarnaum y pasa allí su primer día de ministerio 1,21-39.
Posteriormente a través de unas acciones extraordinarias y de muchas controversias, en episodios como la tempestad calmada, la curación del endemoniado, la curación de la mujer hemorroisa y la resurrección de la niña de Jairo, nos va diciendo quien es Jesús y culmina con el llamamiento de los Doce, 1,40ª-3,19 “para que estuvieran con él y para enviarlos a predicar” Enseña a sus discípulos que vence la enfermedad, vence el mal y vence la muerte para enviarlos ya formados a anunciar el Reino y hacer signos de salvación.
Continúa el evangelio hasta llegar a la muerte y la resurrección de Cristo que el discípulo debe compartir como acto final de la vida.
Gerasa, Jesús lleva a sus discípulos a territorio pagano y aborda dicha región para indicarles que el evangelio de salvación es para todos los hombres y no solo para los judíos. Así que el primero que sale a su encuentro es el dueño del terreno “el demonio” como personificación del mal, vive en los sepulcros significando todo lo que el hombre experimenta de mal en su lejanía de Dios.
El endemoniado es la imagen de todo hombre deshumanizado quien al vivir en los sepulcros ya está muerto en vida.
Es el máximo punto de la marginación, echado fuera de la ciudad encuentra refugio en los muertos y sus lugareños lo consideran ya muerto. En la mentalidad judía, vivir en un cementerio es “vivir en estado de impureza”.
Las gentes han tratado de quitarle su libertad mediante cadenas y grillos, pero el hombre rompe toda cadena y lucha por su libertad.
Es esclavo del demonio pero los hombres no han logrado esclavizarlo. Al ir gritando por los montes golpeándose e hiriéndose es la imagen de quien ha perdido el juicio, de un loco y no hay poder humano que le sane.
Su situación no es moral sino humana, desechable.
Primer diálogo entre Jesús y el demonio es un enfrentamiento entre el mal y Jesús, quien no negocia con el demonio y le impera salir, desde ya aquel está derrotado en un escenario de lucha, el hombre.
La incompatibilidad entre Jesús y el demonio se plasma en “Qué hay entre tú y yo? (ma li walak) frase que bíblicamente denota ruptura Jos:22,25; 2Re:3,13 o simplemente divergencia Jue:11,12; 2Sm:16,10; Mc:1,24; Mt:27,19.
El espíritu de maldad reconoce la superioridad de Jesús, le adora, le suplica no invadir su terreno y le ruega no expulsarlo de allí.
El nombre, conocer el nombre de alguien es dominarlo, poseerlo.
En la mentalidad semita el nombre está por la persona, no solo distingue y designa, sino que constituye.
Legión es un latinismo, un vocablo guerrero que indica poder y multiplicidad, se denominaba a las legiones de Roma con 6.000 a 10.000 soldados.
Los cerdos, hace referencia al animal impuro prohibido para los judíos en Lv:11,7 aquí el demonio es maltratado al Jesús hacerlo aposentar en los cerdos. Al ser espíritu, necesita donde asentarse: un cuerpo, si no el hombre, entonces estos animales que se van ahogando en el lago.
Es la desaparición paulatina y progresiva del mal de la región.
Reacción de los habitantes y del endemoniado liberado, los porquerizos van a anunciar lo sucedido, vienen los dueños de los cerdos que le piden a Jesús que se aleje.
Han tenido la pérdida de sus animales y la ganancia del hombre sanado, pero para ellos valen más los cerdos que el hombre, para Jesús vale más un hombre que 2000 cerdos.
El hombre pide a Jesús acompañarle como en 3,14 al escoger los discípulos Jesús le asigna otra misión, una vez salvado con la llegada del Reino a él, se hace apóstol, enviado y testigo, otra manera de serlo.
Evangelizador verdadero es quien tiene experiencia salvadora de Dios para contar, no se le pide una preparación teórica o doctrinal larga.
Humanización del poseso, tres rasgos gráficos hace Jesús en el hombre, "Encontraron al hombre"
Sentado, es la posición del que escucha, del que dialoga, resocializado.
Vestido, es propio del hombre digno ir bien vestido, es la dignidad recuperada, es el vestido Cristo mismo de Ga:3,27.
En sano juicio, ha recuperado su ser de hombre razonable.
De un ser deshumanizado Jesús hace un hombre humanizado y reintegrado a la sociedad.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Torres Fajardo Álvaro: La curación del endemoniado de Gerasa
Schürer E.: Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús

Apr 15, 2008

137 - EL CIEGO DE NACIMIENTO

Este bello texto dramático Jn:9,1-41 de producción joánica, tiene suspenso con un elenco de personajes bien caracterizados, en el fondo es una catequesis bautismal que en viejos tiempos hacía parte de aquellos “escrutinios” cuaresmales.
Jesús en el contexto es la Luz nueva porque hace ver, da la luz, tema que tiene como resonancias la vida, la fecundidad, la purificación, la alegría y la rectitud moral.
El invidente es un ciego de nacimiento.
Es necesario saber sobre el uso de algunos términos por esa época.
Salvar: según los historiadores Tácito y Plinio (Hist.4,81) la saliva era usada en la antigüedad como medicina para curar la ceguera, hacía parte de la curación por transferencia. Pero aquí el lenguaje es sacramental y debe entenderse que algo del cuerpo del mismo Jesús, va al ciego.
Barro: aunque pensemos que podría aumentar la ceguera, el relato hace alusión a Gn:2,7 sobre la Creación del Hombre, la palabra en griego es “pelos” como una segunda creación a partir de Cristo, para una vida eterna.
Allá Dios, creador, acá Jesús, el enviado.
Siloé (el enviado) una piscina pública donde creían los judíos que el primer enfermo que se metiera en ella, sería curado ya que el movimiento del agua por el canal se interpretaba como producido por el ángel que enviado por Dios agitaba el agua medicinal.
Fue construido hacia el 740 a.C. por el rey Ezequías para abastecer la ciudad de Jerusalem ante el sitio y el asedio por parte de los asirios como reza:
2Re20,20 “El resto de los hechos de Ezequías toda su bravura, como hizo la alberca y la traída de aguas a la ciudad
2Cr:32,30 “Ese mismo Ezequías cegó las aguas del Guijón y las condujo bajo la tierra a la parte occidental de la ciudad de David
Is:8,6 “Porque ha rehusado ese pueblo las aguas de Siloé que van de vagar y se han desmoralizado ante Rasón y el hijo de Ramalías
Sir:48,17 “Fortificó Ezequías su ciudad y metió las aguas dentro de ella; con el hierro horadó la roca y construyó cisternas para el agua
Pablo en 1Cor:5,17 “el agua bautismal da vida a la nueva criatura” Jesús el enviado hace una nueva Creación.
Los personajes son Jesús, los discípulos, el ciego, los padres del ciego, los vecinos, los fariseos y los judíos (oposición político religiosa)
Esta escena es tan dinámica que es factible de ser representable y filmable.
El conjunto describe una enseñanza bautismal como sacramento de la fe, ese paso de las tinieblas a la luz por la acción de Cristo, como enseña Pablo en Col:1,13. Jesús ve diferente al hombre.
El primero que ve es Jesús (+) los discípulos sólo ven a un hombre en pecado (-)
El bautizado ingresa en un drama que va a durar toda su vida, sanado, aislado, cuestionado, interrogado, en un avance progresivo lentamente hacia la luz para alcanzar como acto final y culminante la fe.
Esta ceguera natural es sinónimo de ceguera espiritual o falta de fe, es lenguaje catequético usado por Juan para dar movimiento a un doble mecanismo, por un lado, el ciego que progresivamente va de las tinieblas a la luz y los adversarios de Jesús, que creyéndose iluminados van a caer finalmente en la oscuridad de una ceguera espiritual.
En este caminar doble existen algunos interrogantes:
1- Hay un descubrimiento ascendente del misterio de Jesús al identificar varios títulos, v.11 “ese hombre”, v.17 “Un profeta”, v.22 lo reconoce como "Cristo", v.33 “viene de Dios”, v.38 “El Señor
Estos términos indican: Jesús su nombre social, "profeta" como enviado, Cristo el ungido o el mesías como su misión, Señor, nombre divino en su glorificación.
2- El bautizado arrojado al mundo no puede ocultarse ni pasar desapercibido, debe mostrar al mundo la gracia recibida. Se hace testigo de lago y de alguien al ser sacado de su oscuridad, de su insignificancia a la luz pública (como lenguaje popular).
3- El mundo le interroga:
¿Qué te pasó?, ¿Quién te curó?, ¿Qué te hizo?, ¿Dónde está?, ¿Quién es?, ¿Qué piensas de él?
El mundo tiene derecho a interrogarlo y el bautizado a confesar su fe hasta llegar al punto final, el Señor.
Somos protagonistas del drama de la fe ante la incredulidad del mundo.
4- Jesús deja al ciego aparentemente solo ante ese dilema de oscuridad y de luz, es seguro que el ciego quería encontrar a Jesús y decir ante los interrogadores, fue él.
Sin embargo, ante la soledad le asalta la duda ante las preguntas de los contradictores.
¿Qué se hizo, el que hizo barro, me lo untó y me mandó a lavarme?
Ahora cuando el ciego ve el mundo, no ve a Jesús.
5- Hay que asumir una respuesta personal y adulta de nuestra fe pues cuando somos requeridos, nadie responde en lugar nuestro.
Los padres del ciego responden al interrogatorio fielmente hasta cierto punto. Pero ¿Cómo ve él ahora? … pregúntenle a él, ya es mayor. Jn:9,20-21
6- Jesús arranca al discípulo de su mundo y lo traslada a su mundo nuevo. El ciego pierde su familia, sus padres no responden por él, pierde su familia al ser expulsado de la sinagoga v.34 pero no se aparta de Jesús.
Ese rompimiento es el momento del verdadero encuentro con el Maestro que lo lleva a la máxima confesión de fe.
7- ¿Qué es evangelizar? Es transformar al hombre y su mundo.
Jesús nos evangeliza y nos enseña a hacerlo.
De un no vidente, hace un vidente, de un no creyente, hace un testigo de la fe.
8- En este episodio se dan los pasos tradicionales de la metodología pastoral.
Jesús ve al ciego y lo repara.
Jesús juzga para que se manifiesten las obras de Dios en él.
Jesús actúa al hacerlo vidente y creyente.
El ciego de nacimiento sabe leer signos pero también se compromete con su fe en negativo, cree lo que no ve (Catecismo Astete)
Para Juan, fe en positivo es creer lo que sí vemos.
El ciego va viendo la revelación de Cristo.
Es toda una teología pastoral.
Preguntémonos
¿Qué significa para mí la tiniebla?
¿En qué nivel de conocimiento de Jesús me encuentro?
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Torres Fajardo Álvaro cjm.: Curación del ciego de nacimiento
Oñoro Fidel: Catequesis del ciego de nacimiento

Apr 11, 2008

136 - EL CAMINO DE EMAUS


Dentro del más puro estilo tenebrista Rembrandt realiza esta escena. Sin duda lo más significativo es el contraste entre luz y sombra. Dicha luz parece proceder de un foco lumínico artificial como habían hecho Bassano, Tintoreto o Caravaggio en la Europa de finales del siglo XVI.
Uno de los discípulos queda profundamente sorprendido cuando ve a Cristo resucitado partiendo el pan y comiendo junto a él en la Posada de Emaús. Aquí solamente aparece la silueta de Cristo, mientras que al fondo observamos otra silueta, la del segundo discípulo, recortada sobre otro foco de luz anaranjada.
Este efecto lumínico acentúa aún más el dramatismo y el efecto sorpresa de la composición, como se observa claramente en el rostro del discípulo que vemos. La pincelada es bastante suelta, observándose manchas en algún lugar, lo que haría pensar que estamos ante un boceto o una obra muy personal para investigar efectos de luz como hace en el Autorretrato pintado en 1628.
Esta escena exclusivamente de la pluma lucana en su Evangelio 24,13-25 es el culmen de un largo y único día de camino que podría insinuar desde el amanecer de la resurrección hasta la noche avanzada de la ascensión.

Vemos en ella varias etapas: el desencanto, la pérdida de la fe y de la esperanza, la tristeza, la tiniebla, rescatada progresivamente por esa maravillosa catequesis de Jesús y su procedimiento para converger en el reconocimiento que expresa la fe y activa hacia el camino que conduce a la comunidad.
Su razón de ser lleva a varias preguntas:
¿Es una catequesis de la comunidad primitiva sobre la resurrección del Señor y sus implicaciones en la vida cristiana?
¿Es una parábola sobre la resurrección?
¿Es un dato de la tradición de Mc:16,12-13 hermosamente escenificado?
v.13En aquel mismo día” el de la resurrección, dos discípulos, dos testigos, (solidez, según la Ley antigua) se dirigen por el camino hacia Emaús. En los mapas hay varias localizaciones una en la actual Anwas a 30 km. de Jerusalem y otra en Kulonieh unos 11 km. más factible. Emaús es cualquier lugar.
v.14Estos sucesos” como todo lo acontecido, no hay necesidad de nombrarlo todo pues lo importante es aquello capaz de cambiar de manera perdurable, el rumbo de una persona o de un pueblo.
v.15 La presencia de un Jesús diferente del que habían conocido y que les dejó un sabor de fracaso en la cruz, lo que siembra por él un desinterés. Es otro, “el resucitado” que se hace el encontradizo cuando ellos hablaban y se interrogaban sin encontrar respuesta. “Jesús se acercó y caminaba con ellos
v.16Ojos cerrados” diferente del ver tan cercano a la fe. A medida que huyen de la ciudad se hunden más en la desesperanza y en la incredulidad. Hay una incapacidad para ver a Jesús a pesar de haber estado con él mucho tiempo anteriormente.
v.17Se detuvieron entristecidos” es hacer un alto en el camino judío para interrogarlo y saber que allí termina. Les falta Jesús para continuar el nuevo caminar.
v.18 Cleofas (Kleopatros) esposo de una de las Marías al pié de la cruz, da realismo al relato.
¿Pero sería el mismo? Dice;
¿Cómo es posible no saber lo acontecido allí en estos días?

Creen que es un peregrino venido para la pascua.

Hablan dos lenguajes, el de los peregrinos que a lo largo del camino dejan su interpretación y el lenguaje de Jesús que asumen.
Han pasado de una falsa imagen del Mesías a la del verdadero enviado de Dios.
v.19 ¿Qué? Dice Jesús y provoca la interpretación de los caminantes de una lectura seguramente al estilo de muchos judíos de la época del relato, identificación del personaje, su nombre de familia, al estilo de los antiguos profetas como Elías y Eliseo, acreditado por Dios y reconocido por el pueblo.
v.20Ustedes lo crucificaron” hacían alusión a los jefes de los sacerdotes y a las autoridades.
v.21 Interpretaban el mesianismo político militar para la liberación del Imperio Romano.
v.22 Hay el rumor de la resurrección pero ellos huyen llevándose su oscuridad y su incertidumbre sin dejarse maravillar en el inicio de la fe.
v.23 - 24 Hay apenas indicios como camino hacia la fe en tres signos de resurrección: el sepulcro vacío, la voz de los ángeles y los testimonios de algunos discípulos al comprobar lo que dijeron las mujeres.
Es un lenguaje para definir el núcleo central de toda la narración, está vivo.
v.25 El corazón torpe y pesado, los discípulos no entienden el corazón bíblico, las palabras de los profetas y son duros para entender las palabras de Jesús. La unión de las dos alianzas, la primera como preparación y la segunda como realización.
v.26 La misión mesiánica de Jesús es desconcertante para los discípulos, escándalo para judíos y locura para griegos, ese camino hacia la glorificación o Voluntad del Padre como un eco del kerigma primitivo.
v.27 Hace el Maestro una clase inefable de exégesis como lectura cristiana de la primera alianza.
v.28 El peregrino misterioso ha entrado ya en la vida de ellos.
¿Sería una simple hospitalidad como en Gn:18,3 y Ac:16,15?
v.29 Está anocheciendo en el día luminoso de la resurrección, surge una súplica con sabor de oración cristiana “Quédate con nosotros, es tarde” termina el día judío, pero con Jesús ya no habrá tinieblas.
v.30 Aquí hay un franco lenguaje eucarístico en la fracción del pan.
¿Sería una Eucaristía?
Lo importante es que aquí está el secreto del reconocimiento de Jesús.
v.31 Abrir los ojos hace parte del lenguaje de la fe, ven al peregrino con ojos nuevos, iluminados, es el Mesías, una realidad divina de su persona y de su misión.
v.32 El corazón ardoroso, es fuego, la Palabra de Dios.
La fe es llama viva que se alimenta de las Escrituras.
v.33 Ya no les importa la fatiga, regresan a la comunidad de donde habían huido sin fe, para dar testimonio de Cristo vivo.
v.34 Pedro cabeza del grupo es el primer testigo, la experiencia de Cristo resucitado y vivo se ha apoderado de todos.
v.35 Toda esa experiencia anterior con Cristo, con la Palabra a lo largo del camino les ha hecho reconocer la manera nueva de identificarlo.
Es el paso del Jesús de la historia al Cristo de la fe, pero que es el mismo Jesucristo.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Torres Fajardo Álvaro cjm: Lectio divina, El camino de Emaús.

Apr 4, 2008

135 - CINCUENTENA PASCUAL

P. Álvaro Botero Álvarez
sacerdote eudista cjm.
Barranquilla Colombia.
“¿Y eso?… ¿Qué vaina es?”…me preguntan aquí en la arenosa… “Cuarentena”, sí es palabra conocida y con una connotación negativa, suena a enfermedad, a proceso de sanación, y precisamente ese fue el sentido de la CUARESMA, la cuarentena eclesial que acabamos de vivir.
Ahora, desde la noche “en que rotas las cadenas de la muerte, Cristo asciende victorioso del abismo”, hasta el día cuando el Padre envía al Espíritu Santo para llevar a plenitud el sacramento pascual, celebramos los cincuenta días, la cincuentena, durante los cuales “el mundo entero desborda de alegría con esta abundante efusión de gozo pascual”.
Si cuarentena tiene una connotación, como decíamos, de tiempo de examen médico, de sanación, cincuentena o tiempo pascual es todo lo contrario, vida nueva, resurrección, alegría y gozo, que tomó en lengua griega el nombre de “PENTECOSTÉS”.
Hasta hubo un tiempo, en la edad media (¿?) durante el cual los predicadores echaban sus chistes para hacer reír a la asamblea todavía afligida por las penitencias cuaresmales.
Estos días “de abundante efusión de gozo pascual” convendría meditar el maravilloso poema que tiene más de quince siglos, el Pregón Pascual, himno con el que se bendice el cirio en la noche de pascua.
Allí se dan los motivos de nuestra alegría:
- La inmolación del Cordero y la Salida de Egipto
(la primera u original pascua)
- La inmolación del Verdadero Cordero
(Cristo Nuestra Pascua ha sido inmolado)
- La Columna de Fuego en el caminar de los cuarenta años del desierto.
- Rotas las cadenas de la muerte Cristo asciende victorioso del abismo (sheol)
- Los creyentes somos arrancados de los vicios…restituidos a la gracia, nuestro paso, nuestra pascua
- “Alégrese entonces nuestra madre la Iglesia”…
Pero la alegría que desborda en el mundo entero no puede ser de sólo veinticuatro horas o de una semanita (hasta la “octava”). Es la máxima plenitud: 7 x 7 + 1 = 50.
La totalidad del 7 llevada al cuadrado y algo más, la ñapa, cuarenta y nueve más uno,
¿qué más quiere?
Eso es la cincuentena pascual: siete semanas de Pascua.
En estos días desbordantes de alegría la Palabra de Dios nos anuncia la novedad de la pascua, haber llegado a la meta, el camino del Antiguo Testamento, que recordamos primero en adviento y ahora en cuaresma queda atrás.
Ahora sólo leemos el Nuevo Testamento y tres libros fundamentales:
1- El evangelio de Juan.
2- Hechos de los Apóstoles.
3- Apocalipsis.
La Iglesia nacida del costado de Cristo dormido en la Cruz va creciendo, se va expandiendo, se constituye la comunidad en Jerusalén, los primeros miles bautizados tras el discurso de Pedro…sale a Samaria, llega a Antioquía donde recibimos el nombre de Cristianos…llega a Roma, allá Pedro y Pablo con su sangre se unen al martirio del Cordero; todo un proceso histórico que los Hechos de los Apóstoles van recordando domingo tras domingo, día tras día.
Lo que Lucas nos narra en su estilo histórico, narrativo y de testigo presencial muchas veces nos lo cuenta también a su manera otro testigo, el amado Juan.
Su evangelio nos presenta a Cristo, el Señor, el Resucitado, como el Maestro, el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, quien nos trae la paz y con ella la reconciliación, el gozo y la alegría de Pascua.
A partir de la quinta semana cada día vamos a meditar el gran sermón de la despedida de Jesús (Juan capítulos del 13 al 17) para terminar con la “oración sacerdotal”.
La conclusión del evangelio de Juan con la misión de Pedro y de la Iglesia (Juan 21) se nos presenta el viernes y el sábado anteriores a Pentecostés, indicando así cómo se inicia el nuevo seguir a Jesús hasta la muerte.
El domingo siguiente, el día quincuagésimo, recibe ya desde la tradición del Antiguo Testamento, el nombre de Pentecostés.
La Iglesia nacida en el calvario cuando Cristo al morir derrama sobre ella el “Espíritu” (Juan 19,30) recibe de nuevo el “soplo” de Jesús sobre los discípulos, reunidos el día primero de la semana y así derrama sobre ellos el Espíritu Santo.
Lo ocurrido entonces en el calvario y en el encerramiento del cenáculo, se manifiesta al mundo entero, cuando a los cincuenta días el “soplo” (“una ráfaga de viento impetuoso”, Hechos 2,2) y el fuego del Espíritu santo, “para llevar a plenitud el misterio pascual”, congregó en la confesión de una misma fe a todos los pueblos de la tierra (qué buena lección de la geografía de entonces nos deja el evangelista Lucas).
Llega a su plenitud el misterio pascual, llega a su plenitud la cincuentena pascual, dichoso período de Pentecostés, pues más que un día son cincuenta días de abundante efusión de gozo pascual. “Éste es el día que hizo el Señor, sea nuestra alegría y nuestro gozo”.
¡ALELUYA! ¡ALELUYA! ¡ALELUYA!

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