Feb 13, 2011

211- LAS MIRADAS DE JESUS

La amígdala cerebral ha sido vinculada en el pasado a las emociones y al estado mental del ser humano.Según los investigadores del Hospital General de Massachusetts y de la Escuela Médica de Harvard, en Estados Unidos, el nuevo hallazgo anatómico y fisiológico, sugiere que la amígdala pudo haber evolucionado en el ser humano para manejar mejor las redes y vínculos sociales.
Los participantes, con edades entre 19 y 83 años fueron sometidos a un escáner cerebral de imágenes de resonancia magnética para medir el tamaño de varias estructuras cerebrales, incluida la amígdala.
Hoy el resultado del estudio de investigadores de Dartmouth ha descubierto que la dirección de la mirada de una persona influye en otra en el modo en que su cerebro responde al miedo y a la cólera, expresados al activarse específicamente la amígdala cerebral, una estructura en la profundidad de este órgano.
El sentido que cobra un fenómeno social para un sujeto se basa en su experiencia existencial, la cual es situada en un aquí y en un ahora social e histórico.
Miremos cual sería el sentido humano social y espiritual de Jesús en su vida pública.
En el Nuevo Testamento, los evangelios no nos describen el color de los ojos de Jesús.
Los artistas en el mundo pictórico han querido recrear la imagen de su rostro colocándole tonos: azul, verde, café o negro en sus pupilas, sin embargo, de forma maravillosa éstas Sagradas Escrituras enuncian sobre su mirada diversas imágenes literarias divinamente espirituales que tocaron el corazón y conciencia de sus discípulos, pues los amaba y respetaba.
Algunas citas del Evangelio nos ilustran:
Mc:2,4-ss al paralítico de Cafarnaúm y a sus ayudantes: “Al ver Jesús la fe de ellos
Mc:3,5 Otra vez su mirada está cargada de tristeza y de enojo ante los jefes religiosos carentes de compasión: “Entonces Jesús paseó sobre ellos su mirada, enojado y muy apenado por la dureza de sus corazones, y dijo al hombre: Extiende la mano. El hombre la extendió y su mano quedó sana"
Mc:3,34 una mirada familiar “y mirando a los que estaban sentados a su alrededor, dijo: Estos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de Dios es hermano mío y hermana y madre
Mc:6,34 a las muchedumbres hambrientas de pan: “Y vio una gran multitud y tuvo compasión de ellos
Mc:8,33Pero Jesús dándose la vuelta vio muy cerca a sus discípulos. Entonces reprendió a Pedro y le dijo ¡Pasa detrás de mí, Satanás! Tus ambiciones no son las de Dios, sino de los hombres". Aquí hizo una mirada de reproche.
Mt:9-22 a la humilde hemorroísa: "Pero Jesús, volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija"

Mc:10:21 en el caso del joven rico, le debemos a Marcos esta pincelada: Jesús le miraba con afecto pues deseaba la vida eterna. “Entonces Jesús le miró con cariño” Captaron sus ojos la fuerza de su amor pero parece imposible que aquel joven se le escapara a Jesús. Lo más probable es que el joven habría cerrado antes sus ojos. Jesús, que conocía la limpieza de su corazón y el fondo de generosidad y de entrega que existe en cada hombre, en cada mujer, fijando en él su mirada, le amó con un amor de predilección y le invitó a seguirle.
Mc:10,23Entonces Jesús paseó su mirada sobre sus discípulos y les dijo: ¡Qué difícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas! ” era una mirada de advertencia.
Mc:11,11 poco antes de expulsar los mercaderes del Templo hizo una mirada de juicio “Entró Jesús en Jerusalén y se fue al Templo. Observó todo a su alrededor y, siendo ya tarde, salió con los Doce para volver a Betania.”
Lc:7,44 más, cómo miraría Jesús, con compasiva ternura, a la prostituta arrepentida: cuando dijo a Simón “¿Ves a esta mujer?”
Lc:13,12 con misericordia a la pobre mujer encorvada: “Cuando Jesús la vio, la llamó y dijo: Mujer, quedas libre de tu enfermedad"
Lc:19,5 Mira a Zaqueo con simpatía y encanto fascinante quien por su baja estatura y oficio de administrador de burdeles en Jericó (Niza) ha subido a un sicomoro: "Cuando Jesús llegó a aquel lugar mirando hacia arriba, le vió y le dijo: Baja enseguida, Zaqueo, porque hoy quiero hospedarme en tu casa"
Lc:19,41Y cuando llegó cerca de la ciudad, al verla, lloró sobre ella
Lc:21,1-2 En el caso de la viuda generosa, su mirada está llena de penetración y admiración: "Levantando los ojos, miraba a los ricos que echaban sus ofrendas... Vio también a una viuda muy pobre que echaba dos blancas...” o monedas.
Lc:23,28ª con las piadosas mujeres que le seguían camino del Calvario las miró con compasión y pena y luego la que dirigió a la ciudad de Jerusalén “Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: "Hijas de Jerusalén...
Lc:2,61-62De nuevo Pedro lo negó, diciendo: Amigo no se de que hablasTodavía estaba hablando cuando un gallo cantó. El Señor se volvió y fijó la mirada en Pedro. Y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes de que cante hoy el gallo me habrás negado tres veces y saliendo afuera lloro amargamente.”
Fue la mirada de enojo, profunda y transformadora que dirigió a su discípulo. Ante esta presión, la fidelidad inquebrantable de Pedro se resquebrajo y en tres ocasiones consecutivas negó a su Señor, pero en ese terrible momento de fracaso Pedro se encontró con la mirada dulce de Jesús quien no le reprendió.
Jn:8,10Enderezándose Jesús y no viendo a nadie sino a la mujer...
Jn:19,26-27 Destaquemos, en fin, dos últimas miradas. La mirada más generosa y entregada que conocemos: “Cuando vió Jesús a su madre y al discípulo a quien él amaba, dijo a su madre: Madre, he ahí a tu hijo. Después dijo al discípulo: He ahí a tu madre"
Los reconocía siempre como personas humanas, dignas y responsables, a las cuales ofrecía su auxilio.
La mirada de Jesús es algo que trasciende a lo puramente físico, y que va más allá de cualquier consideración en el estricto sentido humano de la palabra.
J. Renaut dice “La autoridad se ha evaporado, el maestro y el alumno se han convertido en dos iguales. Nuestra sociedad entró en una dinámica irreversible e ilimitada de democratización en que el otro es un alter ego. En estas condiciones, se vuelve inadmisible soportar la menor relación disimétrica entre los ciudadanos
El desequilibrio de poder entre las generaciones ha sufrido cambios sustanciales. Si bien en la actualidad las relaciones intergeneracionales siguen siendo asimétricas a favor de los mayores, hoy los adolescentes son considerados como sujetos de derechos: pueden expresar sus opiniones, acceder libremente a la información, participar en la definición y aplicación de las reglas que organizan la convivencia, participar en tomas de decisiones, etc.
De acuerdo a Tedesco y Fanfani, el reconocimiento de los derechos a los adolescentes, aunado a la erosión de las instituciones escolares, está en el origen de las fracturas de las relaciones pedagógicas verticales y unidireccionales, las cuales primaron durante muchos años en los colegios.
Dubet y Martuccelli También se puede agregar que los conflictos en las relaciones pedagógicas corresponden a una ruptura de los ideales clásicos en los cuales los maestros fueron formados.

Bibliografía a solicitud de los lectores.

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