Desde la obra de J.D. Crossan “Jesús: vida de un campesino judío” surge un problema pues los evangelios no dicen que se dedicara a las labores del campo como cultivar la tierra o criar el ganado. Puede aceptarse una labor parcial en su propia parcela como recurso de abastecimiento familiar. Habitaba en una población pequeña de unos 1.500 a 2.000 habitantes y probablemente obtenía sus ingresos de trabajos artesanales (tekton) durante su adolescencia y juventud en la vecina ciudad de Siphoris en reconstrucción. El carácter cualificado de su oficio lo situaba en el grupo de los obreros especializados de clase media baja.
Lejos de rígidas categorías socio-religiosas que consideran a Jesús un pobre entre los pobres, era un pobre que tenía que trabajar duramente para vivir.
El acontecimiento pascual sucede entre la cobardía e huÍda de los discípulos y la valentía de la proclamación de la Resurrección.
El Nuevo Testamento no da una definición de Reino pues los contemporáneos de Jesús lo entendían según la herencia tradicional vetero-testamentaria. Significaba que pronto Dios ejercería toda su
soberanía sobre el mundo, como la nueva relación entre los hombres y Dios.
soberanía sobre el mundo, como la nueva relación entre los hombres y Dios.
La misión en la vida pública del maestro está centrada en este presupuesto descrito tanto en hechos como en dichos, especialmente en los milagros, pero es importante como dignos de historicidad, las comidas de Jesús, la elección de los Doce y la expulsión de los mercaderes del Templo.
Aludiendo a Is: 25,6 “En el monte de Sión, el Señor Todopoderoso preparará para todas las naciones un banquete con ricos manjares y vinos añejos con deliciosas comidas y los más puros vinos”
A diferencia de otros grupos religiosos judíos en que se exigían pureza legal y moral, Jesús comía con gente marginada, por lo que es criticado ante sus discípulos.
Mt:9,11 “¿Cómo es que su maestro come con cobradores de impuestos y pecadores?”
1- Jesús abre su mesa y el Reino de Dios está accesible a todos especialmente a los impenitentes.
2- Jesús atrajo para sí, discípulos a quienes posiblemente asoció a su predicación y entre ellos escogió a Doce como recuerdo de las doce tribus de Israel, símbolo de un Nuevo Reino donde Dios vendría a ejercer su señorío.
3- Jesús realizó un signo profético consistente en la expulsión de los mercaderes y cambistas de la explanada del Templo, como rezan los sinópticos, obstaculizando la realización del culto, para anunciar una nueva relación con Dios como se consigna
Jn:4,23-24 “el culto auténtico en espíritu y en verdad”
Los milagros de Jesús no se encajan en una categoría radicalmente distinta a su época como los concibe nuestra mentalidad moderna.
Todo hombre con lo que dice y lo que hace, expresa parte de sí mismo y Jesús es la expresión más auténtica de sí mismo.
Aunque puede haber disociación entre lo que se hace y lo que se es, entre lo que se dice y la más profunda realidad, en Jesús no ocurre esto, pues en Él se identifica el mensaje con el mensajero.
El Misterio Pascual desencadenó una dinámica que transformó el mensaje de Jesús en el mensaje sobre Jesús.
Tras la condena a muerte en cruz de Jesús y la experiencia pascual de los discípulos que se lo encontraron vivo tras la muerte, la comunidad cristiana primitiva percibió que era en el mismo Jesús donde había comenzado a realizarse el Reino de Dios.
Orígenes de Alejandría intuyó en ello “la autobasileia de Dios” y tras la Resurrección se hace patente el nuevo “eón” en que tendrá cumplimiento el Reino de Dios que sólo se alcanzará tras pasar por la muerte de modo trascendente.
Orígenes de Alejandría intuyó en ello “la autobasileia de Dios” y tras la Resurrección se hace patente el nuevo “eón” en que tendrá cumplimiento el Reino de Dios que sólo se alcanzará tras pasar por la muerte de modo trascendente.
El Reino de Dios se ha realizado en Jesús, porque se ha inaugurado la actuación soberana de Dios sobre el mundo y se ha iniciado como anticipación proléptica.
Nuestra historia cristiana es tensión entre el Reino de Dios que se ha hecho ya presente en Jesucristo, pero que todavía no ha llegado a su plenitud.
Jn: 19,14 “Era el día antes de la Pascua, como al medio día. Pilato dijo a los judíos: ahí tienen a su rey”
Esta expresión joánica describe al procurador romano presentando a Jesús ante los judíos coronado de espinas con la clámide o manto púrpura propio de la realeza y lo sienta en el tribunal.
Juan en su relato de pasión pone su acento en que Jesús es rey, un rey que ha pasado por el sufrimiento de la cruz.
Los sinópticos traen una idea análoga, en el pasaje de las tentaciones el Reino de Dios no llega mediante el poder, que para Jesús es seducción, sino por la entrega a la voluntad de Dios que en un mundo de pecado lleva implícito el sufrimiento.
Paradójicamente el Reino de Dios es su soberanía sobre un mundo nuevo donde reine la justicia y la muerte hay sido vencida, pero para alcanzarla es necesario padecer injusticia y soportar la muerte.
Los sinópticos traen una idea análoga, en el pasaje de las tentaciones el Reino de Dios no llega mediante el poder, que para Jesús es seducción, sino por la entrega a la voluntad de Dios que en un mundo de pecado lleva implícito el sufrimiento.
Paradójicamente el Reino de Dios es su soberanía sobre un mundo nuevo donde reine la justicia y la muerte hay sido vencida, pero para alcanzarla es necesario padecer injusticia y soportar la muerte.
Bibliografía
Biblia de Jerusalem
Busto Saiz José Ramón: “El mensaje de Jesús: forma y contenido”
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