Alejandro de Macedonia derrotó al gran imperio persa de
Darío en 330 a.C. y se hizo a la conquista del mundo conocido en el siglo IV
a.C. Transformó la polis cerrada en la cosmopolis, bajo la cultura helénica
dando el gran paso de universalidad de las culturas especialmente de Oriente.
Había un presupuesto incubado muchos siglos antes por el comercio, las guerras,
el expansionismo y las grandes caravanas de la seda que cruzaban por sitios
estratégicos de Europa, Asia y África.
La navegación de los pueblos de la cuenca mediterránea había
homogeneizado e inculturado productos, dialectos, lenguas, leyendas, mitos, mitología, religiones, y filosofías,
especialmente traídas por el gran
desplazamiento de gentes.
Fue esto necesario para dar origen a las grandes obras
literarias de Homero y Hesíodo, las fábulas de Esopo, los grandes conocimientos
en las riveras del Nilo y del país de
los cinco ríos, India. Muchos dioses son importados del sur asiático y de
Egipto, así vienen mitraísmo, zoroastrismo, y religiones mistéricas.
Los judíos tanto por su vocación de comerciantes y por las
consecuencias bélicas del Oriente próximo, se habían dispersado por todo el mundo
conocido asentándose en varias ciudades importantes como Alejandría,
Babilonia, Antioquía, Damasco, Éfeso, o Atenas.
“Hellenismos”, fue
el término para designar la inmersión del mundo mediterráneo en la cultura y
lengua griegas que a manera de diluvio inundó y transformó de diversas maneras y
con nueva intensidad a los habitantes del antiguo mundo.
La Biblia Hebrea comenzaba con "en un principio" y en sus capítulos iniciales pretende ofrecer una visión de la creación y de la historia del mundo hasta la llamada de Abraham, los escribas del siglo VI a.C. pusieron por escrito su propio relato de los orígenes del mundo que por supuesto uno de ellos es el primer ser humano. Posteriormente durante algún tiempo en la época persa, el Templo y la Torah surgieron como los elementos clave de la cosmovisión judía y así nació el judaísmo.
Después de la caída de Ciro, un torrente de arquitectura, costumbres, arte y lengua griegos inundó el mundo mediterráneo, desde Grecia hasta la India. Todo el mundo se había hecho griego. Así como en el imperio aqueménida de Ciro el idioma internacional fue el arameo, "el griego común o koiné se convirtió en la lingua franca" del mundo conocido.
La Biblia Hebrea comenzaba con "en un principio" y en sus capítulos iniciales pretende ofrecer una visión de la creación y de la historia del mundo hasta la llamada de Abraham, los escribas del siglo VI a.C. pusieron por escrito su propio relato de los orígenes del mundo que por supuesto uno de ellos es el primer ser humano. Posteriormente durante algún tiempo en la época persa, el Templo y la Torah surgieron como los elementos clave de la cosmovisión judía y así nació el judaísmo.
Después de la caída de Ciro, un torrente de arquitectura, costumbres, arte y lengua griegos inundó el mundo mediterráneo, desde Grecia hasta la India. Todo el mundo se había hecho griego. Así como en el imperio aqueménida de Ciro el idioma internacional fue el arameo, "el griego común o koiné se convirtió en la lingua franca" del mundo conocido.
Especialmente en Egypto, Siria y Judea hubo resistencia nativa
a la aceptación, rechazando de plano la cultura helénica, pero las clases de la
élite urbana buscaron la ciudadanía griega.
La inculturación a través de utensilios griegos, el gimnasio,
los anfiteatros, la participación en el teatro y hasta la capacidad de hablar
griego de forma fluida.
A la muerte de Alejandro sin dejar un legado o un plan a su
muerte en 323 a.C. surge una situación caótica, sus generales desmoronaron los
territorios conquistados obtenidos como botín de guerra, dividiéndose en cuatro
grandes regiones, las más interesantes para nuestra cultura: Siria con Seleuco
tras la victoria en Babilonia en 311 a.C. y Egipto con Ptolomeo Sóter quien
reinó del 305 al 282 a.C. y se convertiría en uno de los reinos más
poderosos a lo largo de tres siglos.
La época helenística había comenzado con la Victoria
alejandrina que duró tres siglos hasta la Batalla de Actium con Octavio y el
establecimiento del Imperio Romano en el 30 a.C. En Judá durante los hermanos macabeos del siglo II a.C. tuvo en sus séquito a Eupolemo, quien tal vez fuera el autor de la primera historia judía del helenismo escrita en Palestina. 1 Mac:8,17.
A lo largo de la historia jamás hubo una adopción tan extensa
de una cultura como la griega, no superada más tarde por la cultura árabe desde
Mahoma.
Este fenómeno histórico y singular allanó el camino para la
creación y extensión del cristianismo que durante muchos siglos, la suerte de
la Iglesia viviría íntimamente vinculada a la cultura griega y la dirección
histórica de Occidente iría a estar muy relacionada con la Iglesia.
BIBLIOGRAFIA
Biblia de Jerusalem.
Biblia de Jerusalem.
Otras a solicitud de los interesados
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