Los musulmanes dicen del Corán que es "la palabra eterna e increada de Dios"; por ello su transmisión debería realizarse sin el menor cambio en la lengua originaria, el árabe clásico, lengua en consecuencia considerada sagrada a todos los efectos, de hecho, una traducción del Corán ni siquiera se considera que sea un Corán. Mostrar cómo concibe el Islam al “Verbo encarnado de Dios”, a Jesús y a su madre María, la mujer más pura que ha habido y habrá, le permitirá al lector cristiano superar algunos antiguos prejuicios y comprender, qué cerca están los musulmanes de la fe cristiana.
El Islam recoge literatura de la Biblia judía y del Nuevo Testamento como de los Evangelios apócrifos.
Contiene 114 capítulos o azoras conocidas como suras, cuya Revelación transmitida oralmente por el ángel Gabriel a Mohamed (Mahoma) fueron escritas en hojas de palmera y trozos de cuero o hueso en el siglo VII d.C.
En cuanto a la Virgen María, su mención en el Corán es incluso más sublime y bella que en el Nuevo Testamento.
María, es en el Islam el paradigma de la perfección en la mujer y su historia, adquiere tanta relevancia que la Revelación coránica en la sura 3 o de “la familia Imran", dice: "Recuerda también cuando los ángeles dijeron ¡Oh, María! Dios te ha elegido, te ha hecho pura y te ha distinguido entre todas las mujeres".
Luego le ha dedicado todo un capítulo, la Sura 19, que lleva su nombre, donde describe el milagro de la concepción virginal; el versículo 16 es un verdadero canto lleno de ascesis, respeto y amor que despierta en el musulmán la Virgen María.
En cuanto a la Virgen María, su mención en el Corán es incluso más sublime y bella que en el Nuevo Testamento.
María, es en el Islam el paradigma de la perfección en la mujer y su historia, adquiere tanta relevancia que la Revelación coránica en la sura 3 o de “la familia Imran", dice: "Recuerda también cuando los ángeles dijeron ¡Oh, María! Dios te ha elegido, te ha hecho pura y te ha distinguido entre todas las mujeres".
Luego le ha dedicado todo un capítulo, la Sura 19, que lleva su nombre, donde describe el milagro de la concepción virginal; el versículo 16 es un verdadero canto lleno de ascesis, respeto y amor que despierta en el musulmán la Virgen María.
Jesús, que ocupa un lugar particularmente eminente en el Islam y de quien los musulmanes no pronuncian el nombre más que con veneración, es llamado siempre en el Corán “Jesús hijo de María” en árabe
´Issa ibn Maryam.
Esto quiere decir que su nacimiento virginal está testificado por la Revelación y representa un artículo de fe que ningún creyente pondría en duda. En cuanto a María (Maryam), su madre, es la mujer más venerada de los musulmanes ya que es la única cuyo nombre es mencionado en el Corán 34 veces.
Los pasajes del Libro sagrado, que datan tanto del comienzo de la Revelación así como de sus fases más tardías; subrayan la eminencia y la perfección de María, lo mismo que informan de las circunstancias que han rodeado el nacimiento milagroso de su hijo.
La mariología en el Corán, es abundante, bella y hasta milagrosa.
La mariología en el Corán, es abundante, bella y hasta milagrosa.
Al parecer confunde a Miryam hija de Amram el padre de Moisés y hermana de Moisés y de Aarón con María nombre helenizado de la semítica Miriam, la Madre de Jesús.
Esto sugiere que por nacimiento, María Virgen perteneció a aquella aristocracia religiosa de Israel y por ende a la clase saducea relacionada con Saddok, pero el neotestamento le hace corresponder a la tribu sacerdotal de Leví.
Los autores musulmanes, interesados en la genealogía de la Virgen, le reconocen en general una ascendencia noble y la miran como perteneciendo al linaje de Aaron (Haroun), hermano de Moisés (Moussa). Con relación a sus padres y a su venida al mundo, cuentan un episodio cuyo recuerdo se ha hecho popular: su padre 'Imrân, el Joaquín y su madre "Hanna" Santa Ana para los cristianos, que llevaban una existencia modesta y tranquila en Nazareth, no habían tenido descendencia hasta una edad avanzada.
3,37-37 Cuenta que la madre de María había prometido que el producto de su embarazo sería varón al servicio de Dios. Las mujeres no se ocupaban de dicho oficio.
3,41 María fue elegida de Dios entre las mujeres.
21,91 Ella era una callada y obediente creyente (musulmán = sumiso)
23,50 Ella era un ser milagroso.
3,44 Estaba dotada de un don de adivinación.
3,44 Cuando llegó el tiempo de servir en el templo fue necesario echar suertes para su apadrinamiento.
3,37-38 Recayó sobre Zacarías el padre del profeta Yahya nombre que sólo se conoce en el Corán y que fue confundido con Yuhanan nombre original en arameo de Juan.
3,37 Cada vez que Zacarías entraba al templo, encontraba a María milagrosamente dotada de provisiones.
19,16 Un día María se colocó el hijah o velo, dejó a sus padres y se fue a vivir al este de su tierra natal.
19,17-21 Allí el espíritu de Dios (Ruh en árabe, Ruah en hebreo) se le apareció como hombre anunciándole que aún estuviera virgen tendría un hijo, Issa.
3,45-47 En este sitio dice que fueron lo ángeles quienes le anunciaron la buena nueva de su embarazo.
21,91 y 66,12 hay dos relatos de la importancia que María da a su virginidad y solamente quedó embarazada cuando Dios con un soplo infundió su espíritu dentro de ella.
4,171 La divinidad responsable de su embarazo fue la profética kalimah o Verbo.
19,25 María dio a luz a su hijo Issa en un lugar distante junto al tronco de una palma donde libremente podía alimentarse de los dátiles que caían al piso.
4,156 Los judíos hablaban muy mal de ella presumiblemente por haber dado a luz el niño sin casarse.
19,27-30 La familia se sintió consternada al volver con su bebé recién nacido. Presumiendo que sería el producto de una relación ilícita la recriminaron por ello. No obstante el bebé Issa de inmediato se dirigió a su indigna parentela, explicando que él no era un niño ordinario, sino que sería un hombre de Dios y un profeta a quien se le había encomendado la misión de difundir un mensaje divino especial.
Posteriormente María y su hijo Issa (Jesús en árabe es Issa Ibn Maryam) llegaron a ser adorados como dos dioses subordinados al Dios Supremo, aunque el mismo Issa nunca quiso que hubiese sucedido y lo consideraba equívoco.
La mariología tan rica y tan milagrosamente narrada sobrepasa la figura de Jesús y quizá se deba a que Mohamed al “Jesús coránico” le negó la condición divina de Jesús.
Los musulmanes venidos de todo el orbe visitan los santuarios marianos especialmente de Fátima en Portugal, Lourdes en Francia y Efeso en Turquía donde se cree que en esta casa vivió sus últimos años hasta su dormición luego de venir de Jerusalem.
Los autores musulmanes, interesados en la genealogía de la Virgen, le reconocen en general una ascendencia noble y la miran como perteneciendo al linaje de Aaron (Haroun), hermano de Moisés (Moussa). Con relación a sus padres y a su venida al mundo, cuentan un episodio cuyo recuerdo se ha hecho popular: su padre 'Imrân, el Joaquín y su madre "Hanna" Santa Ana para los cristianos, que llevaban una existencia modesta y tranquila en Nazareth, no habían tenido descendencia hasta una edad avanzada.
3,37-37 Cuenta que la madre de María había prometido que el producto de su embarazo sería varón al servicio de Dios. Las mujeres no se ocupaban de dicho oficio.
3,41 María fue elegida de Dios entre las mujeres.
21,91 Ella era una callada y obediente creyente (musulmán = sumiso)
23,50 Ella era un ser milagroso.
3,44 Estaba dotada de un don de adivinación.
3,44 Cuando llegó el tiempo de servir en el templo fue necesario echar suertes para su apadrinamiento.
3,37-38 Recayó sobre Zacarías el padre del profeta Yahya nombre que sólo se conoce en el Corán y que fue confundido con Yuhanan nombre original en arameo de Juan.
3,37 Cada vez que Zacarías entraba al templo, encontraba a María milagrosamente dotada de provisiones.
19,16 Un día María se colocó el hijah o velo, dejó a sus padres y se fue a vivir al este de su tierra natal.
19,17-21 Allí el espíritu de Dios (Ruh en árabe, Ruah en hebreo) se le apareció como hombre anunciándole que aún estuviera virgen tendría un hijo, Issa.
3,45-47 En este sitio dice que fueron lo ángeles quienes le anunciaron la buena nueva de su embarazo.
21,91 y 66,12 hay dos relatos de la importancia que María da a su virginidad y solamente quedó embarazada cuando Dios con un soplo infundió su espíritu dentro de ella.
4,171 La divinidad responsable de su embarazo fue la profética kalimah o Verbo.
19,25 María dio a luz a su hijo Issa en un lugar distante junto al tronco de una palma donde libremente podía alimentarse de los dátiles que caían al piso.
4,156 Los judíos hablaban muy mal de ella presumiblemente por haber dado a luz el niño sin casarse.
19,27-30 La familia se sintió consternada al volver con su bebé recién nacido. Presumiendo que sería el producto de una relación ilícita la recriminaron por ello. No obstante el bebé Issa de inmediato se dirigió a su indigna parentela, explicando que él no era un niño ordinario, sino que sería un hombre de Dios y un profeta a quien se le había encomendado la misión de difundir un mensaje divino especial.
Posteriormente María y su hijo Issa (Jesús en árabe es Issa Ibn Maryam) llegaron a ser adorados como dos dioses subordinados al Dios Supremo, aunque el mismo Issa nunca quiso que hubiese sucedido y lo consideraba equívoco.
La mariología tan rica y tan milagrosamente narrada sobrepasa la figura de Jesús y quizá se deba a que Mohamed al “Jesús coránico” le negó la condición divina de Jesús.
Los musulmanes venidos de todo el orbe visitan los santuarios marianos especialmente de Fátima en Portugal, Lourdes en Francia y Efeso en Turquía donde se cree que en esta casa vivió sus últimos años hasta su dormición luego de venir de Jerusalem.
La inmaculada concepción de María que es un dogma coránico tiene una especial relevancia, ya que de todas las otras religiones, incluyendo todas las denominadas cristianas, sólo la Iglesia Católica reconoce la Inmaculada Concepción de María.
Sin embargo María es el eslabón que hace al cristianismo más cerca del islamismo de lo que comúnmente se cree. Dios estaba siempre pendiente de ella; como dice la oración, que en árabe es Salam Alaiki, Maríam - La paz sea contigo María – ya que Ave maría y Dios te Salve son saludos romanos.
Bibliografía
Biblia de Jerusalem
Du Pasquier Roger: Presencia de María en el Islam
Kattan Armando Bukele: Jesús y María en el Islam
Salibi Kamal: La vida secreta de Jesús
Palencia Cabrera Fulgencio: Los musulmanes también aman y rezan a la Virgen María
Revue Connaissance des Religions nº 47-48: Marie et le Mystère Marial
Sin embargo María es el eslabón que hace al cristianismo más cerca del islamismo de lo que comúnmente se cree. Dios estaba siempre pendiente de ella; como dice la oración, que en árabe es Salam Alaiki, Maríam - La paz sea contigo María – ya que Ave maría y Dios te Salve son saludos romanos.
Bibliografía
Biblia de Jerusalem
Du Pasquier Roger: Presencia de María en el Islam
Kattan Armando Bukele: Jesús y María en el Islam
Salibi Kamal: La vida secreta de Jesús
Palencia Cabrera Fulgencio: Los musulmanes también aman y rezan a la Virgen María
Revue Connaissance des Religions nº 47-48: Marie et le Mystère Marial
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