Nada más alejado de los relatos bíblicos y de la patrística, que las celebraciones folklóricas que manifestamos entorno al Nacimiento de Jesús de Nazareth.
EPIFANIA o aniversario del nacimiento real, etiqueta cortesana, que se usó en los días de “glorificación del emperador” al acceder a la digna púrpura durante su apoteósico mandato.
Era la gran aparición benévola de la divinidad hacia los hombres en la civilización grecoromana. Pablo lo declara en “Apparuit gratia Salvatoris nostri omnibus hominibus"
NATIVIDAD la liturgia romana lee este pasaje de la epístola de Tito en la misa nocturna, mientras que la liturgia ambrosiana lo reserva para el 6 de enero, poniéndose en relación con “Adventus gloriae magni Dei et Salvatoris nostri Iiesu Christi”
Existía en la memoria de los antiguos hebreos una serie de referencias a cultos relacionados con los ciclos de la agricultura, centralizados en el solsticio de invierno, entre el 21 y el 24 de diciembre por los pueblos establecidos en la Medialuna Fértil y la cuenca del Mediterráneo, que transitaban por el corredor de la Palestina para trasladarse hacia Asia, África y Europa en todos los sentidos utilizando los caminos de la seda.
En una atmósfera midrásica (manera de pensar, de formular, de comunicar una realidad) Mateo y Lucas, lejos de confeccionar fábulas, dignas de confusión y de crítica, que pareciera disminuir la historicidad y el valor de estos relatos, ofrecen una literatura al servicio de la Escritura (A.G. Wrigth)
Los primeros cristianos piensan como judíos y van a una hermenéutica de la existencia judía, expresada en diversas formas literarias, sin ligarse estrictamente a una sola.
En Occidente hacia el siglo IV la fiesta de la Navidad se separa de la Epifanía para celebrar estos dos acontecimientos, trasladando la Navidad para sustituir el acontecimiento romano de la Saturnalia en 25 de diciembre. Lucas en el canto a Zacarías
dice “El sol que nace de lo alto” no el que viene de Oriente. Se reemplazó el Sol Invicto por el Cristo Invicto.
EPIFANIA o aniversario del nacimiento real, etiqueta cortesana, que se usó en los días de “glorificación del emperador” al acceder a la digna púrpura durante su apoteósico mandato.
Era la gran aparición benévola de la divinidad hacia los hombres en la civilización grecoromana. Pablo lo declara en “Apparuit gratia Salvatoris nostri omnibus hominibus"
NATIVIDAD la liturgia romana lee este pasaje de la epístola de Tito en la misa nocturna, mientras que la liturgia ambrosiana lo reserva para el 6 de enero, poniéndose en relación con “Adventus gloriae magni Dei et Salvatoris nostri Iiesu Christi”
Existía en la memoria de los antiguos hebreos una serie de referencias a cultos relacionados con los ciclos de la agricultura, centralizados en el solsticio de invierno, entre el 21 y el 24 de diciembre por los pueblos establecidos en la Medialuna Fértil y la cuenca del Mediterráneo, que transitaban por el corredor de la Palestina para trasladarse hacia Asia, África y Europa en todos los sentidos utilizando los caminos de la seda.
En una atmósfera midrásica (manera de pensar, de formular, de comunicar una realidad) Mateo y Lucas, lejos de confeccionar fábulas, dignas de confusión y de crítica, que pareciera disminuir la historicidad y el valor de estos relatos, ofrecen una literatura al servicio de la Escritura (A.G. Wrigth)
Los primeros cristianos piensan como judíos y van a una hermenéutica de la existencia judía, expresada en diversas formas literarias, sin ligarse estrictamente a una sola.
En Occidente hacia el siglo IV la fiesta de la Navidad se separa de la Epifanía para celebrar estos dos acontecimientos, trasladando la Navidad para sustituir el acontecimiento romano de la Saturnalia en 25 de diciembre. Lucas en el canto a Zacarías
dice “El sol que nace de lo alto” no el que viene de Oriente. Se reemplazó el Sol Invicto por el Cristo Invicto.
No nace un Rey que atropella todo, sino un pequeño Niño para redimir al mundo.
Nos quedamos anclados en el sufrimiento, la decepción y el lamento del Viernes Santo descuidando que el Dios encarnado, se inicia en el balbuceo de un pequeño.
La iglesia primitiva sólo conoció una fiesta, el día de Cristo o la Pascua semanal y anual. No se trataba de conmemorar un aniversario más, sino de combatir las fiestas paganas del solsticio de invierno celebradas en Roma el 25 de diciembre y en Egipto el 6 de enero.
En 321 d.C. la institución de la fiesta del Natale Chisti en el día del Natalis Invicti encaja con la idea sincrética de Constantino, de decretar festivo el primer día de la semana en honor del Señor o día Domingo.
El Papa nos recuerda dos actitudes que marcan el Centro de la Teología de Mateo, una de Herodes y Jerusalem perturbados por el cumplimiento de la profecía que rechazan su venida, amparados en la Torah (Escrituras) por lo cual ordenan el Martirio de los Inocentes y la otra por los Sabios de Oriente quienes leyendo el firmamento, encuentran la Estrella que los guía llevando regalos.
Recibimos a Jesús como Herodes con un rechazo o lo aceptamos como los Sabios de Oriente con el regalo de nuestra fe.En 321 d.C. la institución de la fiesta del Natale Chisti en el día del Natalis Invicti encaja con la idea sincrética de Constantino, de decretar festivo el primer día de la semana en honor del Señor o día Domingo.
El Papa nos recuerda dos actitudes que marcan el Centro de la Teología de Mateo, una de Herodes y Jerusalem perturbados por el cumplimiento de la profecía que rechazan su venida, amparados en la Torah (Escrituras) por lo cual ordenan el Martirio de los Inocentes y la otra por los Sabios de Oriente quienes leyendo el firmamento, encuentran la Estrella que los guía llevando regalos.
Esta es una ecuación cristológica que balancea el Rechazo con la Aceptación, en el Plan de Salvación.
La Teología de la Historia es una disciplina que analiza dinámicamente la Escritura a la luz de la revelación, no como método cerrado sino como la visión general histórica de la puesta en práctica para la vivencia del cristiano.
En Jn:1,11 encontramos “vino a los suyos y los suyos no lo recibieron” Esto representa en sentido espiritual, aquello que hay de mundo en nuestro interior y que se opone con hostilidad, y superficialidad al Encarnado a través de modas, tendencias, ideologías o gustos que se manifiestan en ridiculización del cristiano.
El sentido del texto no es que vino el Mesías Universal, sino la reacción de aquellos que rechazan esa presencia de Dios.
Lamentablemente esa Jerusalem y ese Herodes yacen en nuestro interior.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Referencias a solicitud
No comments:
Post a Comment