Aug 29, 2007

101- LA FE PASCUAL

Después de la muerte por crucifixión de Jesús, su cadáver (no su cuerpo) fue colocado en una cripta nueva de propiedad de José de Arimatéa, su amigo y miembro del Sanedrín y al “tercer día” (acción inmediata de Dios) las mujeres miróforas fueron allí para embalsamarle pero no le encontraron.
Los evangelios como tetra-tradición, Mc 16:4-8; Mt:28,1-10; Lc:24,1-12; Jn:20,1-10 narran el episodio de la tumba vacía.
Este clásico episodio se ha estudiado exhaustivamente a pesar de quienes ven dicha tarea abocada al fracaso, sin embargo, es posible acercarse tímidamente en búsqueda de una comprensión del elemento central de la fe cristiana que afecta al creyente.
El tema desde el punto de vista histórico es difícil de entender según los testimonios encontrados en los evangelios, pues se suele señalar como un acontecimiento meta-histórico más allá de las dimensiones de tiempo y de espacio, colocado en el marco de la confesión de fe.
Este acontecimiento es clave como componente fundamental del anuncio (kerigma) pasión-muerte-resurrección, es algo vital que inquieta la existencia de los cristianos.
Recordando los acontecimientos entre la Muerte de Jesús y su Resurrección: los discípulos le abandonaron y huyeron despavoridos tras su arresto, sólo algunas mujeres quedaron mirando desde lejos la crucifixión, desde ahí todo lo que se dice se impregna de la fe pascual.
No hay duda de la muerte en cruz y su cadáver colocado en la tumba, son hechos normales y cotidianos no dudosos, sin embargo, debe tenerse en cuenta lo que se dice en los evangelios escritos muchos años después del suceso y que cada texto tiene una visión con diferente intención teológica que determina lo que se dice y cómo se dice.
Los discípulos afirman que Jesús ha resucitado y que lo han visto revelándoseles vivo y glorioso.
Toda esta experiencia desde su huída hasta el anuncio de resurrección es lo que se denomina acontecimiento pascual.
Los intentos de explicación han sido muchos y es interesante la clasificación que hacen Gerd Theissen y Annette Merz sobre las interpretaciones acerca del sepulcro vacío, en seis etapas:
1- Los discípulos hicieron desaparecer el cadáver de Jesús para usar más tarde su ausencia como argumento de la resurrección.
2- La muerte aparente de Jesús, ante el gran maltrato, hizo pensar en su fallecimiento, pero luego de ser bajado de la cruz fue trasladado por sus seguidores a un lugar oculto donde le atendieron y le curaron.
3- El cadáver de Jesús fue colocado en una tumba y luego trasladado a otra. (Circunstancias que han servido de tema para la elaboración de innumerables novelas y películas).
Ninguna de esta hipótesis logró su éxito y la investigación se traslada de las narraciones del sepulcro vacío a los relatos de las apariciones que en los evangelios se consideran como fundamento histórico de la fe pascual.
4- Se intenta explicarlas por el fenómeno de la visión subjetiva cuyo contenido de la misma les hace ver a Jesús.
5- En el fenómeno de la fe pascual se pregunta:
¿Cómo pueden pasar los discípulos del miedo a la valiente proclamación del Resucitado?
¿Cómo ocurre este cambio en las personas?
La fe pascual no tiene una explicación histórica sino que ayuda a entender las tradiciones literarias evangélicas sobre la pascua.
6- Últimamente se producen intentos de una interpretación de los sucesos de pascua, ya sea para comprender como realidad objetiva cómo pasaron las cosas o realidad subjetiva cómo se nos ha ofrecido la experiencia de las cosas que pasaron.
Los testimonios escritos muestran 1Cor:15.3b-5 como el más antiguo, corresponde al anuncio primordial de las comunidades cristianas primitivas y representa al evangelio en sí y a la buena noticia.
Para Pablo el acontecimiento de la resurrección podía ser confirmado mediante una prueba testimonial, pues dice que para su época muchas personas habían visto a Jesús después de su muerte y que todavía estaban vivas siendo susceptibles de interrogatorio.
Este es un testimonio muy primitivo que va a refrendarse plenamente más tarde con la aparición de los evangelios.
Los relatos evangélicos tienen convergencias y diferencias en el testimonio, la Resurrección está a lo largo de los relatos evangélicos y constituye su propia dimensión, pues son escritos desde la fe pascual.
A lo largo de sus páginas aparecen numerosas referencias a ella, de tal suerte que toda la vida de Jesús se enfoca desde y hacia la meta que es la Resurrección.
Así se encuentran rasgos entremezclados de Jesús terreno y de Cristo pascual con enfoques teológicos diferentes causantes de concomitancias y de discordancias.
Estas incomodidades hacen pensar que el intérprete o lector se debe ubicar en una mejor perspectiva, desde la cual deben ser leídos y entendidos los evangelios para caer en cuenta que algunos elementos y detalles no son tan históricos como gustaría que fuesen.
El fondo histórico permite creer que no pudo haber existido un acuerdo en la comunidad primitiva para mantener entre todos un engaño sobre la Resurrección, porque no parece haber existido una sola autoridad que pudiera vetar e imponer una versión oficial de los hechos.
El problema del sepulcro vacío aparentemente sería la prueba de la Resurrección por la ausencia de su cadáver mediante el testimonio de las mujeres, quienes guardaron silencio en un principio, al no ser dignas del relato y podrían en esa sociedad ser acusadas de ladronas de cadáveres o profanadoras de tumbas.
Posteriormente ellas dan el anuncio a los suyos y así los discípulos desde la evidencia del sepulcro vacío piensan que Jesús ha resucitado.
Al final podemos quedarnos con dos opciones:
1- O el sepulcro vacío da paso a la fe en la Resurrección. 2- O es ésta, la que necesita que haya un sepulcro vacío.
Si se piensa que el relato pertenece a una leyenda y no tiene una reconstrucción histórica, habría que descartar la existencia de ese sepulcro, como también habría que negar el enterramiento del cadáver de Jesús en el mismo.
Sin embargo, si los cristianos de Jerusalem conocían el lugar de sepultura del cadáver de Jesús, es difícil pensar que se hubiese proclamado la Resurrección, sin tener en cuenta ese dato.
De lo expuesto, hay que pensar que los relatos de la tumba vacía surgen desde la Fe Pascual y no desde otra óptica.
Bibliografía:
Bravo Aragón José María: Los testimonios de la resurrección de Jesús.
Gerd Theissen y Annette Merz: El Jesús histórico.

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