En la antropología del comer hay una comunicación del hombre con la tierra para entrar en una relación cósmica y regenerar a la persona psíquica, física y espiritual ya que linda con lo trascendente y lo religioso.
El comer exige parsimonia, calma y gusto para vencer el inmanentismo, la autofagia y la autodestrucción al vivir de los frutos de la tierra.
Es la religación como pedagogía hacia lo religioso no sólo al volver a unir al hombre con el cosmos, sino como acto de comensalidad expresado en el maravilloso Himno al Sol de Akenatón (el faraón hereje del siglo XIII a.C.) y reflejado bíblicamente en el Salmo 104 sobre “Los esplendores de la Creación”
Comer es un acto de convidar, de compartir repartiendo y donando, un verdadero acto de humanismo donde te doy mi alimento, mi salud, mi amistad, y mi propia persona.
El comer es el acto central de la vida humana que se compara con el copular, por la comensalidad y la conyugalidad como gestos materiales y espirituales.
También son portadores de caracteres lúdicos, festivos, placenteros como también de una dimensión interesada sin poderse instrumentalizar.
La diferencia está en que:
El banquete es una fiesta (interrupción de la cotidianidad) no tanto por el sabor sino por el estado de conciencia que suscita, calor humano, entusiasmo, cordialidad y efusión de vida en que se recuerda la tierra natal. El pan ha sido el alimento fundamental y el vino la bebida esencial de la cultura mediterránea.
“son frutos de la tierra y del trabajo del hombre” simbolizan en el trigo, la cosecha de 9 meses equivalente a una gestación, es símbolo de muerte y de resurrección y en el vino al sol, las cepas, la vid, los sarmientos y los pámpanos que dan vida.
Jesús dijo “os aseguro que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda sólo. Pero si muere da mucho fruto”
Lo trituramos para obtener la harina y hacer el pan.
Para la Biblia es el alimento esencial que al poner en boca de Dios aquellas palabras de la historia humana están muy cargadas de simbolismo:
Gn:3,19 “Comerás el pan con el sudor de tu frente”
Resulta difícil distinguir y separar lo antropológico de lo teológico.
El hombre como la mujer son imagen de Dios y la huella divina penetra todas las caras de su vida.
El pan símbolo de Buena Noticia = Evangelio, derivado del trabajo del hombre, compartido, ético y comunitario enfrenta la tentación de no hacerlo por el pecado.
Hay la necesidad de celebrarlo con gozo y de conseguir pan para todo el pueblo, lo que genera reflexiones, ideologías, amenazas, riesgos y práctica en que el pan no sea signo de egoísmo sino signo de amor sacramental.
Existía en el banquete la oración con alto sentido de acción de gracias y de la bendición ascendente (beraka), un breve memorial y la confesión de fe "comer la sabiduría de Dios, comer la palabra" descrita en el sapiencial y los profetas, y comer a Cristo máximo alimento en el IV Evangelio.
Los sinópticos y Pablo son más discretos con la Ultima Cena por el ambiente jerosolimitano en cuanto a la prohibición judía de comer carne con sangre, Juan abandona la metonimia y pone en boca de Jesús expresiones más realistas.
En el Antiguo Testamento existe un basto arsenal teológico del comer y del beber relacionado con la historiadura del hombre, con la Historia Salvífica, historia concreta que el Dios bíblico va diseñando a lo largo de la Historia de Israel como pueblo elegido.
Pr:9,1-5 "mezclado el vino, invita a comer el pan y el vino"
Ez:2,8; 3,1-4 "Atiende bien que te voy a decir. Abre la boca y come lo que te voy a dar" "tú, hombre trágate este rollo que te doy y llena con el tu estómago. Yo me lo comí y me supo a miel"
Ap:10,8-10 "toma, devóralo: te amargará las entrañas, pero en tu boca será dulce como la miel"
"Alimentarse de la palabra de Dios" recorre la Biblia desde Dt:8,3 hasta las tentaciones de Jesús de Mt:14,4, habiendo pasado por Am:8,11; Ne:9,29 y Sab:16,26, es el eje teológico hoy condensado en lo que se llama "Las comidas de Jesús" núcleo cardinal de la Eucaristía.
Tras la multiplicación de panes por Jesús (Pan de la Palabra) para saciar el hambre de toda la humanidad, los hombres le mataron.
Bibliografía
Biblia de Jerusalem
López Julián “Sentido antropológico del comer”
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