La pasión y la glorificación (resurrección por el Padre) de Jesús de Nazareth, expresada en el culto mediante términos de sacrificio en la Carta a los Hebreos, difiere de los evangelios pues ellos mencionan el sacrificio pero sin utilizar esa palabra, "llegó a ser mediador de una Nueva Alianza” Heb:9,15
Desde el A.T. no se lograba fundar una Alianza válida, ya que consistía en “ritos carnales” Heb:9:10 en los cuales no había intervención del Espíritu Santo.
Se trataba de sacrificios de animales que no cumplían la común-unión entre el pueblo y Dios, su realización estaba en el plano de lo externo, no satisfactoria ni ritual. Los animales están desde la Creación como relata el Gn:1, ausentes de la Ruah y de bendición del Creador.
Heb:9,13-15 “Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la santificación de la carne ¡Cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció así mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! Por eso es mediador de una Nueva Alianza”
En el Viejo Testamento se ofrecían sacrificios que no eran personales sino externos, los cadáveres de animales inmolados no podían fundar una alianza verdaderamente válida entre Dios y los hombres.
Los cadáveres de animales no son de ninguna manera capaces de una relación personal con Dios y por tanto no pueden comunicar a los hombres tal relación.
El Sumo Sacerdote no podía ofrecerse así mismo y no era digno por pecador e incapaz al no ser una víctima agradable a Dios (habían comprado y usurpado el sacerdocio legítimo desde hacía dos siglos)
En su interioridad no había espacio para la acción del Espíritu Santo. La legitimidad en el sacrificio mediante el concepto de ascensión, exigía que la víctima inmolada lo fuera mediante el fuego sagrado para que transformada en humo saliera hacia el cielo, hasta Dios quien aspiraba el perfume y así el sacrificio podía ser agradable como se relata en estos pasajes:
Gn:8,21-22 “Noé construyó un altar a Jahvé .. y ofreció holocaustos en el altar. Al aspirar Jahvé el calmante aroma, dijo en su corazón: Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre”
Este concepto se refleja en
Desde el A.T. no se lograba fundar una Alianza válida, ya que consistía en “ritos carnales” Heb:9:10 en los cuales no había intervención del Espíritu Santo.
Se trataba de sacrificios de animales que no cumplían la común-unión entre el pueblo y Dios, su realización estaba en el plano de lo externo, no satisfactoria ni ritual. Los animales están desde la Creación como relata el Gn:1, ausentes de la Ruah y de bendición del Creador.
Heb:9,13-15 “Pues si la sangre de machos cabríos y de toros y la ceniza de vaca santifica con su aspersión a los contaminados, en orden a la santificación de la carne ¡Cuánto más la sangre de Cristo, que por el Espíritu Eterno se ofreció así mismo sin tacha a Dios, purificará de las obras muertas nuestra conciencia para rendir culto a Dios vivo! Por eso es mediador de una Nueva Alianza”
En el Viejo Testamento se ofrecían sacrificios que no eran personales sino externos, los cadáveres de animales inmolados no podían fundar una alianza verdaderamente válida entre Dios y los hombres.
Los cadáveres de animales no son de ninguna manera capaces de una relación personal con Dios y por tanto no pueden comunicar a los hombres tal relación.
El Sumo Sacerdote no podía ofrecerse así mismo y no era digno por pecador e incapaz al no ser una víctima agradable a Dios (habían comprado y usurpado el sacerdocio legítimo desde hacía dos siglos)
En su interioridad no había espacio para la acción del Espíritu Santo. La legitimidad en el sacrificio mediante el concepto de ascensión, exigía que la víctima inmolada lo fuera mediante el fuego sagrado para que transformada en humo saliera hacia el cielo, hasta Dios quien aspiraba el perfume y así el sacrificio podía ser agradable como se relata en estos pasajes:
Gn:8,21-22 “Noé construyó un altar a Jahvé .. y ofreció holocaustos en el altar. Al aspirar Jahvé el calmante aroma, dijo en su corazón: Nunca más volveré a maldecir el suelo por causa del hombre”
Este concepto se refleja en
Ef:5,2 “Cristo os amó y se entregó por vosotros como oblación y víctima de suave aroma” Flp:4,18 “Tengo cuanto necesito y me sobra; nado en la abundancia después de haber recibido de Epafrodito lo que me habéis enviado, suave aroma que Dios acepta con agrado”
Según el veterotestamento, el fuego proporcionaba a la ofrenda la fuerza necesaria para ascender y llegar a Dios.
Pero la Escritura señala que no cualquier fuego producido por el hombre podría servir para tal propósito, sino solo aquel que haya descendido de Dios y baja del cielo solamente puede volver a subir al cielo, llevando consigo a la víctima ofrecida como recuerda:
Según el veterotestamento, el fuego proporcionaba a la ofrenda la fuerza necesaria para ascender y llegar a Dios.
Pero la Escritura señala que no cualquier fuego producido por el hombre podría servir para tal propósito, sino solo aquel que haya descendido de Dios y baja del cielo solamente puede volver a subir al cielo, llevando consigo a la víctima ofrecida como recuerda:
Lv:9,24 “Salió fuego de la presencia de Jahvé, que asumió el holocausto y las partes grasas puestas sobre el altar”
2Cro:7,1 “Cuando Salomón acabó de orar, bajó fuego del cielo que devoró el holocausto y los sacrificios”
Este fuego procedente del cielo era cuidadosamente conservado para poderse usar siempre en las ofrendas y en los sacrificios.
2Mc:1,20-22 “Nehemías enviado por el rey de Persia, mandó que buscaran el fuego los descendientes de los sacerdotes que lo habían escondido, pero como ellos informaron que en realidad no habían encontrado fuego sino un líquido espeso, él les mandó que lo sacasen y lo trajesen. Cuando estuvo dispuesto el sacrificio, Nehemías mandó a los sacerdotes que rociaran con aquel líquido la leña y lo que habían colocado sobre ella. Cumplida la orden y pasado algún tiempo, el sol que estaba antes nublado volvió a brillar y se encendió una llama tan grande que todos quedaron maravillados”
Los judíos llamaron este líquido espeso neftar que significa purificación, aunque aún hoy se llama nafta o petróleo.
El autor de la Carta a los Hebreos superó este concepto material y reflexionando sobre la Pasión de Cristo, descubrió el verdadero significado del símbolo:
El fuego de Dios no es un rayo que cae de las nubes sino que es el Espíritu Santo, Espíritu de santificación el que hace la ofrenda sagrada, capaz de transformar el sacrificio y hacerlo pasar a la esfera de Dios.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Vanhoye Albert: Tanto amó Dios al mundo
2Cro:7,1 “Cuando Salomón acabó de orar, bajó fuego del cielo que devoró el holocausto y los sacrificios”
Este fuego procedente del cielo era cuidadosamente conservado para poderse usar siempre en las ofrendas y en los sacrificios.
2Mc:1,20-22 “Nehemías enviado por el rey de Persia, mandó que buscaran el fuego los descendientes de los sacerdotes que lo habían escondido, pero como ellos informaron que en realidad no habían encontrado fuego sino un líquido espeso, él les mandó que lo sacasen y lo trajesen. Cuando estuvo dispuesto el sacrificio, Nehemías mandó a los sacerdotes que rociaran con aquel líquido la leña y lo que habían colocado sobre ella. Cumplida la orden y pasado algún tiempo, el sol que estaba antes nublado volvió a brillar y se encendió una llama tan grande que todos quedaron maravillados”
Los judíos llamaron este líquido espeso neftar que significa purificación, aunque aún hoy se llama nafta o petróleo.
El autor de la Carta a los Hebreos superó este concepto material y reflexionando sobre la Pasión de Cristo, descubrió el verdadero significado del símbolo:
El fuego de Dios no es un rayo que cae de las nubes sino que es el Espíritu Santo, Espíritu de santificación el que hace la ofrenda sagrada, capaz de transformar el sacrificio y hacerlo pasar a la esfera de Dios.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Vanhoye Albert: Tanto amó Dios al mundo
No comments:
Post a Comment