Jun 4, 2008

144 - AMBIENTE DEL SIGLO I

En época de Jesús los grupos bautistas y esenios con despertar profético no continuaron las esperanzas de los Profetas sino contaban con el juicio inmediato de Dios.
Hicieron revivir la figura tradicional de Elías.
Jesús no trató con la aristocracia saducea religiosamente conservadora y políticamente oportunista.
Por su parte los fariseos se quedaban con las especulaciones mesiánicas y escatológicas siendo con ellos con quienes Jesús discutía las cuestiones religiosas. Ellos se conocen más por sus prácticas que por seguir una doctrina común.
El fariseísmo coincidía en sus ideas fundamentales con las creencias populares y nadie podría apostar por un Mesías sacerdotal aunque en Qumram, dicha figura gozaba de mucha simpatía de acuerdo con la evolución política de la historia judía.
En el siglo I, los Sumos Sacerdotes estaban tremendamente desacreditados por las continuas rencillas entre los diversos clanes y los frecuentes tratos con el Imperio romano.
Herodes el Grande, (de origen idumeo, más no judío) había sido impuesto por Roma en época de Augusto César, Marco Antonio y la reina de Egipto Cleopatra Filipater, así la vinculación con esta gran potencia favoreció los vínculos entre la aristocracia herodiana y la corte romana donde fueron educados sus hijos Arquelao, Antipas, Filipo y sus nietos como Agripa, crecieron con personajes que más tarde ocuparon el cargo de emperadores, Tiberio, Calígula, Claudio y muchos senadores y militares.
El círculo de Jesús estaba cerca de los fariseos que sostenían las aspiraciones populares de la venida milagrosa de un hijo de David, que liberaría la Tierra Santa de la opresión, de la iniquidad, del poder de los grandes y del peso de la enfermedad, demonios temidos por los humildes y por los pobres.
Surgía así la legendaria versión que Salomón, hijo de David, había recibido los dones de curación y de exorcismo. Flavio Josefo describió que Salomón habría compuesto encantamientos para conjurar las enfermedades y que habría dejado las fórmulas de exorcismos para encadenar a los demonios, basado en su sabiduría y conocimientos de botánica.
Sab:7,20 “Dios dio a conocer el poder de los espíritus, las variedades de las plantas y las virtudes de las raíces
Esto es lo que esperaban los afligidos de Palestina, al creer que esos dones los tendría un “Hijo de David” Esto era lo que habían sellado los fariseos en las sinagogas del siglo I.
No entendemos hoy las narraciones del Libro Sagrado al desconocer estos conceptos en la cultura de la época de Jesús. Para el judío corriente, la ceremonia del sábado ventilaba estas ideas de esperanza bíblica mesiánica y de resurrección en las oraciones diarias como el Shemá Israel, Shimoné Ezrá similar al Kippur, a excepción del Qaddis o santificación del nombre de Dios para terminar la reunión sinagogal.
Bibliografía
Biblia de Jerusalem
Aguirre R.: Los estudios actuales sobre Galilea y la exégesis de los evangelios
Quesnel Michel: Cuadernos bíblicos
¨Schürer E.: Historia del pueblo judío en los tiempos de Jesús

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