Mar 13, 2008

131 - ¿Y JUDAS ISKARIOTE?

La gente no lee la Biblia pero quiere curiosamente recrearse en versiones de producciones industriales sensacionalistas que muestran muchos aspectos de tinte anticristiano con cuyo libreto se quedan satisfechos y se dan "autoridad" de hacer comentarios.
A la muerte de Jesús, hubo necesidad de recorrer muchos pasos, cuando la comunidad tuvo conciencia, los apóstoles predicaron los dichos y los hechos de Jesús. Los escritos no son una comunicación de los sucedido, cuanto sí una formación para aquellas comunidades cristianas, elaborados tardíamente treinta a cincuenta años después del acontecimiento.
En 40 años hay una maduración mental y lingüística, lo que se escribe no fue lo que sucedió, así que no es una grabación periodística.
Pasa el tiempo y hay que sintetizar las profesiones de fe “Jesús murió según las Escrituras y resucitó” luego aparecieron las fórmulas y la liturgia
Hoy tenemos un manuscrito probablemente del siglo IV o V, copia de un documento anterior, redactado por la secta gnóstica de los Cainitas y posiblemente citado por San Ireneo de Lyón en su obra "Contra las herejías" hacia el año 180.
El documento presenta a Judas Iskariote de manera positiva, describiéndolo obediente a la orden divina de entregar a Jesús a las autoridades para la salvación del mundo.
Los evangelios gnósticos no son documentos cristianos en sí, pues proceden de una secta sincretista que incorporó elementos de diferentes religiones, incluyendo el cristianismo, aunque no supone un desafío a éste.
Los cristianos creen que un Dios bueno creó un mundo bueno, y que por el abuso del libre albedrío, el pecado y la corrupción entraron en el mundo y produjeron desorden y sufrimiento.
Los gnósticos atribuyen a Dios el mal en el mundo y afirman que creó el mundo de un modo desordenado.
Se pregunta, ¿por qué el discípulo que no aceptó su fracaso, ha sido condenado tan fácilmente a los abismos? Y esto parece antievangélico pues en la cultura moderna, hablar de Judas es hablar del traidor que socava y destruye todo.
Ha sido el “chivo expiatorio” de todas nuestras maldades e inmadureces, excusa para tapar muchas irresponsabilidades.
La intención no es reivindicar a Judas sino aprender de él, cómo no debemos actuar en nuestra vida cristiana.
Jesús llamó a Judas por amor, por libre elección, porque vio en él cualidades innegables para la experiencia del Reino y la predicación del Evangelio, más no, para un plan predeterminado que hiciera de su destino el hombre malo y pecador por naturaleza.
Su papel muestra un discípulo con un amor herido, situación dolorosa no entendida ni asumida plenamente que se convirtió en una llamada de atención para nosotros.
Judas aparece 22 veces e Iskariote 12 veces, nombrado al principio o al final de los Evangelios, al constituir el grupo de apóstoles, en la Cena de Betania y en la oposición y escándalo ante la Palabra del Maestro.
Siempre Simón Pedro va primero y Judas de último.
Era el único discípulo del sur de Judea por lo que se ha interpretado como el representante de los judíos. Iskariote es posible apelativo que signifique ish=hombre y Kariot nombre de un pueblo a 20 km. al sur de Hebrón. Sería “hombre de Kariot” Jos:15,25; Am:2,2; Jer:48,24 aunque también podría estar relacionado con sheqarya = mentiroso.
Los evangelistas dicen Mc:3,13-15 “llamó a los que quiso y los creó; y vinieron junto a él” Judas respondió con alegría, comenzando una experiencia de vida y de formación.
Mc:14,46; Mt:26,25-49 Fue uno de los discípulos, llamó a Jesús “Rabbí”.
Mc:14,10-43; Mt:26,14-47; Lc:22,47; Jn:6-71 “Judas uno de los Doce
L:22,3 “Judas era del número de los Doce
Hch:1,17 “era uno de los nuestros
Mt:26,50 “Amigo, a lo que estás aquí” es una palabra que suena a ternura y dolor, ironía y tristeza, en la aprehensión.
Jn:6,70 “No os he elegido Yo a vosotros los Doce? Y uno de vosotros ¡es un diablo
Hch:10,41 “Nosotros comimos y bebimos con él
Mc:14,17-21; Mt:26,20-25; Lc:22,21-23; Jn:13,21-30 “Yo os aseguro que uno de vosotros me entregará” “El que ha metido conmigo la mano en el plato, ese me entregará” “Soy yo acaso, Rabbí?” “Tú lo has dicho
Iskariote era compañero de camino, era el ecónomo, obtuvo la herencia del ministerio y del apostolado, pero su traición se materializó durante la Cena Pascual y luego en el Huerto de los Olivos, viene la entrega.
Había tramado la entrega posiblemente al sentir frustración bajo unos parámetros diferentes del mesianismo de Jesús, él pensó en una liberación política militar que terminó en la debilidad de la Cruz.
Los artistas han caricaturizado el beso de la traición como expresión triste de una realidad negativa, acentuando la separación de la comunidad fiel al Maestro.
Aquí el verbo “entregar” de Judas está ligado íntimamente a "traicionar por frustración" e involucra a los hombres del poder judío por envidia, odio y destrucción, es diferente del Padre Dios que entrega a su Hijo como un don de amor gratuito, y, de Jesús que se entrega a sí mismo para hacer la voluntad de su Padre.
A pesar de la dureza del mismo Señor, hay arrepentimiento tardío e ineficaz de Judas, como quiere mostrar solamente Mateo en un proceso penitencial incompleto.
Mt:27,3-5 “Pequé entregando sangre inocente” “tiró las monedas en el Santuario: después se retiró y fue y se ahorcó
Terminemos con el Salmo 51,19 “Un corazón arrepentido, Tú no lo desprecias
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Álvarez Carlos: Judas IsKariote, el discípulo que no aceptó su fracaso.
Torres Fajardo A: El evangelio de San Juan.
Vásquez Allegue J: Judas Iskariote.
Williams Thomas D. ¿Qué es el evangelio de Judas?

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