Judío es alguien que descansa en la Ley y se gloría en Dios, cree conocer el querer divino y que amaestrado por la ley pretende poder discernir las cosas que convienen.
Pablo agrega, “se atribuye a sí mismo una superioridad inmensa con respecto a los paganos”
La sabiduría, la ciencia, la luz y la verdad se hallan solo en el mundo judío como algo fundamental del mismo, pues en los demás pueblos hay solo necedad, ignorancia, tinieblas e infantilismo.
Ley como dice K. Barth “es el cráter abierto para locución divina” Pablo utiliza esta palabra como proveniente del Antiguo Testamento y la asigna a Cristo como Dios en el Nuevo.
En Ex:24,12 la Ley escrita en piedra ha evolucionado en Jr:31,33 como la Ley escrita en el corazón.
Redención, en el lenguaje profano significaba la liberación de un esclavo, mediante un rescate pagado en dinero. En el Antiguo Testamento está relacionado con otros términos como liberación o salvación. Este término se halla en contexto religioso y técnico veterotestamentario atribuido a Jahvé y que en la traducción griega equivale a hablar de redención mediante Cristo en su muerte y su resurrección como el acto supremo de amor y de obediencia, Jo:13,1; 1Cor:5,7 “paso de este mundo al Padre” es hoy fuente de la redención humana. Pablo, llama opolytrôsis a la obra redentora de Cristo para decir “la obra redentora de Dios” es el ahora en el hoy de los tiempos escatológicos, en los últimos tiempos su culminación en Cristo.
La redención obrada en Cristo: es liberación del pecado, es universal, es gratuita, confiere gloria, justifica, es para todo creyente, se concentra en la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo y preparada desde la Antigua Alianza, plenifica todo.
Propiciatorio es una palabra poco empleada en la literatura extra-bíblica y su significado es de un Monumento propiciatorio, en griego el hylasterion o Kaporet en hebreo se describe en Ex:25,17-22; Nu:7,89; Lv:16,2.12-16 Ezequiel le describe como pedestal.
La sabiduría, la ciencia, la luz y la verdad se hallan solo en el mundo judío como algo fundamental del mismo, pues en los demás pueblos hay solo necedad, ignorancia, tinieblas e infantilismo.
Ley como dice K. Barth “es el cráter abierto para locución divina” Pablo utiliza esta palabra como proveniente del Antiguo Testamento y la asigna a Cristo como Dios en el Nuevo.
En Ex:24,12 la Ley escrita en piedra ha evolucionado en Jr:31,33 como la Ley escrita en el corazón.
Redención, en el lenguaje profano significaba la liberación de un esclavo, mediante un rescate pagado en dinero. En el Antiguo Testamento está relacionado con otros términos como liberación o salvación. Este término se halla en contexto religioso y técnico veterotestamentario atribuido a Jahvé y que en la traducción griega equivale a hablar de redención mediante Cristo en su muerte y su resurrección como el acto supremo de amor y de obediencia, Jo:13,1; 1Cor:5,7 “paso de este mundo al Padre” es hoy fuente de la redención humana. Pablo, llama opolytrôsis a la obra redentora de Cristo para decir “la obra redentora de Dios” es el ahora en el hoy de los tiempos escatológicos, en los últimos tiempos su culminación en Cristo.
La redención obrada en Cristo: es liberación del pecado, es universal, es gratuita, confiere gloria, justifica, es para todo creyente, se concentra en la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo y preparada desde la Antigua Alianza, plenifica todo.
Propiciatorio es una palabra poco empleada en la literatura extra-bíblica y su significado es de un Monumento propiciatorio, en griego el hylasterion o Kaporet en hebreo se describe en Ex:25,17-22; Nu:7,89; Lv:16,2.12-16 Ezequiel le describe como pedestal.
Cristo no es el propiciatorio, este está reemplazado por la cruz, Cristo es la víctima expiatoria.
Los judíos creían que la tapa del Arca de la Alianza o propiciatorio colocado en el recinto del fondo del Templo o Santo Santorum era el trono de Dios, el sitio donde se sentaba Jahvé entre los querubines, motivo por el que nadie podía entrar allí; 1Sm:4,4; 2Sm:6,2; 2Re:19,15; Ps80,2; 99,1
Por la presencia de Dios en el Santísimo se prohibía la entrada Lv:16,1-12
Los judíos creían que la tapa del Arca de la Alianza o propiciatorio colocado en el recinto del fondo del Templo o Santo Santorum era el trono de Dios, el sitio donde se sentaba Jahvé entre los querubines, motivo por el que nadie podía entrar allí; 1Sm:4,4; 2Sm:6,2; 2Re:19,15; Ps80,2; 99,1
Por la presencia de Dios en el Santísimo se prohibía la entrada Lv:16,1-12
El propiciatorio era el sitio donde Dios se hacía presente a su pueblo, precisamente como Palabra de Dios.
1- Dios exhibió a Jesucristo como propiciatorio por la fe.
1- Dios exhibió a Jesucristo como propiciatorio por la fe.
El verbo proétheto no significa predestino sino proponer, colocarlo delante.
2- En su propia sangre equivale a la eficacia expiatoria de la muerte de Jesús en la cruz.
2- En su propia sangre equivale a la eficacia expiatoria de la muerte de Jesús en la cruz.
Esta reflexión de profunda formulación teológica se relaciona íntimamente con el término propiciatorio.
El enigmático profeta del exilio, el Deuteroisaías ha descrito la misión del Siervo de Jahvé al dar vida, llevar los pecados y de justificar al hombre. Is:52,13-53,12.
No se sabe la relación entre la aspersión de sangre y el perdón de los pecados ya que "sin efusión de sangre no hay perdón de los pecados" Hb:9,22 pero Lv:4,13-21 habla del pecado colectivo y los rituales de sangre del novillo sacrificado.
La literatura paulina en 2Cor5,18-ss llama a la obra de Cristo “reconciliación”
La realidad supera aquella vieja figura del Kaporet en cuanto Cristo como propiciatorio, al decir el Evangelio: “el velo del Templo se dividió” (se rasgó) significa esto que ya no hay nada oculto, los secretos de Dios, su designio salvífico, el amor del Padre y de Cristo, han sido manifestados y siguen manifiestos por todos los siglos. Mc:15,38; Mt:27,51; Lc:23-45.
Cristo es rociado con su propia sangre, no con sangre de animales irracionales, sino con sangre del Hijo de Dios.
Es la comprensión sacrificial de la muerte de Jesús en la cruz.
El enigmático profeta del exilio, el Deuteroisaías ha descrito la misión del Siervo de Jahvé al dar vida, llevar los pecados y de justificar al hombre. Is:52,13-53,12.
No se sabe la relación entre la aspersión de sangre y el perdón de los pecados ya que "sin efusión de sangre no hay perdón de los pecados" Hb:9,22 pero Lv:4,13-21 habla del pecado colectivo y los rituales de sangre del novillo sacrificado.
La literatura paulina en 2Cor5,18-ss llama a la obra de Cristo “reconciliación”
La realidad supera aquella vieja figura del Kaporet en cuanto Cristo como propiciatorio, al decir el Evangelio: “el velo del Templo se dividió” (se rasgó) significa esto que ya no hay nada oculto, los secretos de Dios, su designio salvífico, el amor del Padre y de Cristo, han sido manifestados y siguen manifiestos por todos los siglos. Mc:15,38; Mt:27,51; Lc:23-45.
Cristo es rociado con su propia sangre, no con sangre de animales irracionales, sino con sangre del Hijo de Dios.
Es la comprensión sacrificial de la muerte de Jesús en la cruz.
Aquí se integra en el acontecimiento de la cruz, el núcleo fundamental del culto del Antiguo Testamento.
Cristo, propiciatorio del pueblo de la Nueva Alianza, rociado por su propia sangre, y expuesto por el Padre a la vista de toda la humanidad, es entonces, el que realiza el amor redentor de Dios y reúne a la humanidad en El. La revelación de la justicia de Dios se concentra ahí: es también expiación y redención. El hombre puede tener acceso al valor sacrificial redentor de este acontecimiento mediante la fe.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Pongutá H. Silvestre “El Evangelio de Dios”
Cristo, propiciatorio del pueblo de la Nueva Alianza, rociado por su propia sangre, y expuesto por el Padre a la vista de toda la humanidad, es entonces, el que realiza el amor redentor de Dios y reúne a la humanidad en El. La revelación de la justicia de Dios se concentra ahí: es también expiación y redención. El hombre puede tener acceso al valor sacrificial redentor de este acontecimiento mediante la fe.
Bibliografía:
Biblia de Jerusalem
Pongutá H. Silvestre “El Evangelio de Dios”
No comments:
Post a Comment