Apr 28, 2007

85 - DESCENDIO AL SHEOL

SHEOL - HADES - INFIERNO
Después de los relatos de Creación vemos en Gn:3-11 una historia de perdición que crece progresivamente sin medida ni limite, desde el pecado original hasta la torre de Babel.
Los hombres como hoy, van probando toda suerte de maldades sin llegar a la saciedad, esto lo observamos en Gn:6,5 “todos los pensamientos que ideaba su corazón era puro mal de continuo” y no se produce un cambio hasta la salvación de Abraham, que es limitada.
Luego los personajes bíblicos interpretan muchos episodios donde las calamidades y las tragedias como las exclusiones de algunos, muestran la maquinaria humana de perdición, Gn:27; Os:12,4; pero Dios transforma dicho desorden en Salvación G:50,20.
A través del desierto el pueblo debe experimentar, si es digno de bendición o de maldición Dt:30,15-20.
El autor del Deuteronomio deduce que el pueblo ya ha elegido la infidelidad y la desobediencia a Jahvé y por tanto le ha acarreado la perdición y el destierro.
Isaías y Jeremías tienen esa misma convicción, por lo cual sólo pueden anunciar la perdición inevitable y el Juicio de Dios como el Día de Jahvé. Jer:28,8-ss; Os:4,1-14; Jer:11,11-ss.
En este contexto el Deuteroisaías llega a decir que "Jahvé crea por igual, Luz y Tinieblas, Salvación y Perdición" Is:45,7.
La persona con toda desgracia, enfermedad o agobio es acercada a la esfera de la muerte, que a manera de fiera depredadora abre sus fauces devoradoras.
Dios también es Señor de la muerte.
El judaísmo tardío después del destierro, modificó estos conceptos con ideas iranias o mesopotámicas de la resurrección de los muertos.
El infierno es ahora el lugar de castigo de los que resucitados allí, ante el juicio del final de los tiempos fueron condenados al tormento eterno de las tinieblas y del fuego abrazador
Aquí carece de interés la decisiva concepción espacial y el lugar se sitúa siempre debajo de la tierra.
DIOS HADES DEL INFRAMUNDO GRIEGO
En los diálogos de Platón, Critón dice a Sócrates, si puede cambiar su decisión antes de bajar al Hades.
La cultura grecoromana concideró el mundo subterráneo de la muerte como un país, era el Averno, al cual bajaban los difuntos que debían pasar por muchas aventuras como relata Publio Virgilo Marrón en su epopeya de La Eneida (libro VI) del último tercio del siglo I a.C. por encargo de Cesar Augusto.
El elemento definitivo será la caída y ya no habrá ni siquiera arrepentimiento bajo el poder de la muerte que es excluyente de la Presencia o Gloria de Dios.
El Seno de Abraham es la interioridad donde los justos yacen después de la muerte.
El Salmo 14 repetido en el 53, describe la perversión del hombre que aún hoy se exhibe con gran demostración.
"Los necios piensan que no hay Dios, todos se han pervertido; han hecho cosas malvadas; no hay nadie que haga lo bueno.
Desde el cielo Dios mira a los hombres para ver si hay alguien con entendimiento, alguien que busque a Dios.
Pero todos se han desviado, todos por igual se han perdido.
Ya no hay quien haga lo bueno
No hay ni siquiera uno.
No tienen entendimiento los malechores, los que se comen a mi pueblo como quien come pan, los que no invocan el nombre de Dios. Aunque no haya razón para temblar, ellos temblarán de miedo, porque Dios esparce los huesos del enemigo,
Quedarán en ridículo, porque Dios los rechaza
"
La idea de infierno escrita en el Nuevo Testamento da por superada la concepción veterotestamentaria del mero lugar o foso, en Jn:13,25 lo presenta como la imagen de un puesto honorífico en las comidas hospitalarias.
La patrística concibe al Seno de Abraham como el lugar asignado a los justos en el mundo subterráneo del Sheol que en el orbe oriental y en el Antiguo Testamento, significaba el lugar de los muertos situado en lo profundo, bajo la superficie terrestre como una ciudad con puertas citada en Sal:9,13; Is:38,10 compuesto por el rey Ezequías una vez curó de su enfermedad, y con cerrojos Jon:2,6 o como las fauces de la tierra insaciable Num:16,30-ss.
Es el Reino de los muertos.
El sepulcro vacío es sólo un dato adicional del kerigma de la Resurrección de Jesús quien bajó a los infiernos y al "tercer día subió a los cielos" momento o kairos de la acción inmediata de Dios.
El cristianismo firme en la promesa de salvación, renueva su amenaza de perdición, Mateo en el Sermón de la montaña de Jesús junto con las Bienaventuranzas y los “Ayes” y, posteriormente Pablo y Juan indican que incredulidad es perdición.

No comments:

BUSCADOR

Google